Deuda externa, bloqueo y continuidad, los tres lados de un triángulo diabólico (II)

Economia / Economia Politica

Economía «libremente» defectuosa

Cubamatinal / Las malas relaciones del partido&gobierno de Cuba con EE.UU. se fomentaron en una acción concertada entre la dirigencia soviética, sus servicios de inteligencia y sus títeres cubanos del Partido Socialista Popular con la figura mediática de Fidel Castro desde antes del 1º de enero de 1959. Esto se ha demostrado en infinidad de documentados artículos, ensayos y libros.

Por Germán M. González

Bauta 13 de septiembre de 2020 / CM/ Para demostrar de qué lado surgió el deterioro de unas relaciones nacidas mucho antes de la República en Cuba basten dos ejemplos: La muy publicitada carta de Fidel Castro a Celia Sánchez asegurando que el propósito de su vida sería combatir a Estados Unidos y la sanción impuesta por el Che Guevara al general Enrique Acevedo por haber concedido una licitación a una empresa estadounidense en su carácter de funcionario en una entidad estatal en el año 1959, según relato de este último contenido en su libro «Descamisados«.

Con la publicación el siete de febrero de 1959 de la Ley Fundamental desaparecía de un golpe la República y las relaciones cubano-estadounidenses.

Es lugar común en la propaganda del partido&gobierno para Cuba y el exterior que el bloqueo surge a consecuencia de las nacionalizaciones del gobierno revolucionario —algo que creen incluso personas desafectas al régimen— pero cronológicamente falso:

  • En 1959 EE.UU. compró a Cuba, 2.9 millones de toneladas de azúcar pagadas a casi el doble del precio vigente en el mercado internacional. Cifras muy superiores a lo adquirido en los siete años anteriores durante el régimen de Batista en volumen y precio.
  • A principios de 1960 Cuba firma un convenio con la Unión Soviética donde ésta suministraba diferentes productos en forma de trueque por azúcar en el 80% del valor del convenio.
  • Las refinerías existentes en Cuba, propiedad de tres Compañías de tres países (Shell, anglo-holandesa; Esso y Texaco estadounidenses) se negaron a refinar el petróleo soviético alegando compromisos contractuales.
  • Estados Unidos suspende, no elimina, la cuota azucarera cubana.
  • Fidel Castro nacionaliza las refinerías y de paso los centrales azucareros estadounidenses y todos los demás sin importar propietario, comenzando una escalada estatalizadora que culminó con la «ofensiva revolucionaria» de marzo de 1968 y los dedales de las costureras.
  • En octubre del propio año el Presidente D.D. Eisenhower prohíbe todas las exportaciones a Cuba.

Basado en La Ley de Comercio con el Enemigo del 6 de Octubre del 2017, J.F. Kennedy, entonces Presidente de EE.UU. estableció el 3 de Febrero del 1962 el embargo al comercio con Cuba hasta la indemnización o devolución las propiedades confiscadas.

Esta Ley permite la interrupción del comercio con países que se han aliado con el enemigo, hayan confiscado propiedades norteamericanas, hayan anulado unilateralmente tratados firmados con los Estados Unidos, hayan permitido la destrucción de las propiedades norteamericanas, o hayan realizado actos hostiles que hayan conducido a la confiscación de bienes norteamericanos.

La salida hacia los países del campo socialista de jóvenes cubano para recibir instrucción militar, la presencia desde 1959 de altos oficiales soviéticos en las Fuerzas Armadas Revolucionarias, la entrega de suministros militares y el despliegue de tropas soviéticas que culminó con la instalación de cohetes con carga nuclear y estaciones de espionaje más las medidas confiscatorias, comerciales, diplomáticas, etc. puso al gobierno de Cuba de lleno en el enunciado de la citada legislación.

A treinta y cuatro años de invocar Kennedy la Ley de Comercio con el enemigo para aplicar el embargo a Cuba, y luego de múltiples disposiciones legales sobre el asunto, el Congreso de los Estados Unidos aprueba con 410 votos a favor y 108 en contra la «LEY LIBERTAD DE 1996″ más conocida por los apellidos de sus promotores principales («Helms-Burton»). El entonces Presidente William Clinton firmó la Ley el de marzo de ese año. Esta Ley codifica el embargo, limita la independencia presidencial en cuestiones internacionales, algo no usual, y prácticamente hace imposible una relación normal con Estados Unidos mientras esté vigente el sistema político de Cuba.

Ya en el Septiembre del 2020 el Presidente Trump ratifica la aplicación de la Ley de Comercio con el enemigo a Cuba basado en el hecho de que desaparecida la Unión Soviética y el llamado campo socialista los gobernantes de la Isla se alinean con cuanto gobierno se declare enemigo de EE.UU.: una dictadura teocrática con leyes medievales como Irán; una dinástica que ha convertido Corea del Norte en un búnker artillado; en Rusia una «democracia dirigida» geófaga gobernada por una élite mafiosa proveniente del otrora partido único y sus servicios de inteligencia. Nada importa, con tal de compartir el objetivo de destruir a EE.UU. se puede ser capitalista sin Estado de Derecho como China y ser estrecho aliado.

La efectividad del bloqueo o embargo merita un largo ensayo, para consultar al respecto se encuentra una variada y documentada exposición en el sitio foresightcuba.

Para terminar solo tres aseveraciones basadas en los 50 años de trabajo en el sistema empresarial cubano del que esto escribe:

  • Todos las importaciones necesarias, tanto productivas como de consumo, se pueden realizar desde países cercanos a Cuba con precios y calidades similares, e incluso procedentes de EE.UU. Cuba comercia con más de 50 países de todos los continentes según http://www.onei.cu
  • Incluido EE.UU. que está entre los primeros seis proveedores, sobre todo de alimentos y equipos e insumos médicos para la salud donde se adquiere solo una fracción de lo que está autorizado por la legislación estadounidense.
  • Nunca en Cuba se ha dejado de vender una producción destinada a la exportación a causa del bloqueo, Nunca se han quedado en puerto cubano por esa causa una tonelada de azúcar, de níquel, una caja de tabacos, nada. No se exporta más porque no se produce lo suficiente —ni siquiera alimentos para el consumo interno— en una economía con su patrimonio productivo desaparecido u obsoleto.

Obviamente el embargo o bloqueo estorba, pero ni impide el comercia exterior cubano, ni lo encarece como proclama el partido&gobierno, y muchísimo menos constituye el obstáculo principal para el desarrollo de Cuba, el cual se encuentra y hay que resolver aquí, dentro del País.

Artículos del Autor

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Germán M. González

Economista, jubilado.  Trabajó en el sector agropecuario cubano, en la parte empresarial durante muchos años.

Columnista en Cubamatinal para las secciones de Economía y Opinión.

© Germán M. González 

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Deuda externa, bloqueo y continuidad, los tres lados de un triángulo diabólico (I)

Opinión / Economía Política 

 

Cubamatinal / Luego de consultar decenas de artículos en publicaciones especializadas o no, informes de entidades internacionales, el Anuario Estadístico de Cuba, intervenciones de integrantes de la cúpula del partido&gobierno de Cuba e incluso revisar los textos que bajo la firma de Fidel Castro se publicaron en los años 80s del pasado Siglo XX, se llega a dos conclusiones:

Por Germán M. González

Bauta, 5 de septiembre de 2020 /CM/ Todos los países que han ofrecido créditos a Cuba han terminado sin cobrar sus deudas. Esto incluye a los 35 mil millones de Rusia, 15 mil millones del Club de Paris, 1.4  millones de pequeños inversores del Club de Londres (Reuters reportó un acuerdo de una condonación importante en febrero del 2018 pero sin precisar cifras), los 6 mil millones de China, los 2.4 millones de Argentina, los mil millones de Japón, la deuda (sin datos localizables) condonada por Vietnam, la deuda con Brasil de mil millones para construir la Zona Económica Especial del Puerto del Mariel, los 2.4 mil millones sin devolver a los otros países socialistas, el 70% de condonación de los 486 millones debidos a México, y una cantidad por determinar con Venezuela. Cada una de esas cifras tiene su historia, a veces siniestra, detrás.

A pesar de la opacidad de estas operaciones y los complicados convenios de condonaciones y reconversiones, se pueden calcular como mínimo 70 mil millones de USD recibidos por Cuba, la mitad de ellos de la Unión Soviética, sin incluir otras facilidades como precios inferiores al mercado para para las importaciones y superiores para las exportaciones cubanas, práctica común durante tres décadas de relaciones comerciales con la Unión Soviética y dos con Venezuela, algo que permitió al régimen cubano revender el petróleo recibido a bajos precios, mientras mantiene estrictamente racionado el consumo interno [1].

La otra conclusión es la absoluta incapacidad del sistema vigente para generar riquezas. Con una fracción de los recursos financieros de que ha dispuesto el régimen los contendientes en la II Guerra Mundial beneficiarios del Plan Marshall en menos de una década recuperaron los niveles de producción de ante guerra y superaron ampliamente el bienestar social que habían alcanzado antes, a pesar del nivel de destrucción existente al terminar la contienda.

Un ejemplo: España le condonó a Cuba mil 700 millones de Euros en el año 2015, dejando la deuda en 537 millones, A cinco años ya Cuba debe casi dos mil millones de Euros y está solicitando dos años de moratoria de los pagos al Club de París del cual forma parte el Reino ibérico. Todo esto se sabe por una interpelación de un diputado del partido VOX al gobierno socialistapodemita en junio pasado reportada por medios de prensa españoles. Claro, a los intereses políticos de los izquierdosos peninsulares hay que sumar la influencia de sus empresarios que obtienen pingües beneficios operando el 80% de la plata hotelera de la Isla, con sus correspondientes suministros de medios materiales y de servicios.

Al heredar el poder, el hermanísimo ha tratado—presionado por la falta de acceso a nuevos créditos—de regularizar el tema de la deuda—sin éxito como vimos en el ejemplo español— y eso condujo a múltiples soluciones muy dudosas al establecerse métodos de reconversión mediante el cual Cuba cede fuentes de ingresos en divisas (cesión de la explotación de la planta hotelera, el níquel, la zona franca y puerto de Mariel, y otros) e invierte en proyectos que sean de interés directo e indirecto de empresas del País acreedor, lo cual constituye la renuncia a ingresos de esas actividades y una severa pérdida de soberanía como efectos conocidos pues la opacidad de los convenios hace temer otros repercusiones.

Lo anterior explica que Cuba siga invirtiendo en una planta hotelera que se explota a menos del 40% de su capacidad (antes de la covid-19) y en determinadas provincias, incrementando la ya grave distorsión por sectores y territorios de la economía cubana, origen, entre otros factores de la altísima migración interna.

Las condonaciones y reconversiones son —a juicio del economista Elías Amor Bravo—como el óxido nitroso, primero te hace reír y luego mueres.

Las deudas de un País por sí mismas no constituyen un problema, se convierten en tal, y grave, cuando no guardan proporción con su capacidad para generar riquezas. En el caso de Cuba, el estimado actual de diversas fuentes, entre ellas el ex ministro de economía J.L. Rodríguez es de más de 30 mil millones de USD a los cuales debe sumarse unos cuatro mil millones de obligaciones a corto plazo incumplidas. Comparando con el último superávit en el comercio internacional reportado en el Anuario Estadístico de Cuba www.onei.cu de 1,4 miles de millones la proporción es de 25:1. El Producto Interno Bruto reportado tiene dos problemas: el cálculo su monto no es confiable por valorar CUP=CUC=USD y además muestra crecimientos ínfimos desde hace cinco años.

[1] Los créditos recibidos y los convenios favorables en cuanto a precios no son los únicos ni principales recursos con que ha contado el régimen:

  • Según Informe de la época del Banco Nacional de Cuba al tomar el poder el actual equipo gobernante (menos defunciones) en1959 Cuba contaba con 505 millones de USD como reservas y una deuda externa de 56 millones de USD.
  • En la década de los años sesenta el gobierno cubano confiscó propiedades extranjeras y nacionales, se calculan unos dos mil millones del monto de las confiscadas a entidades estadounidenses, unos 6,7 miles de millones a emigrados cubanos y cifras incalculables como resultados de la segunda Reforma Agraria (1963) y la Ofensiva Revolucionaria (1968) cuando se confiscó hasta el dedal de una costurera. Por esa época se llevó a cabo un cambio de moneda donde se dejó a cada persona la cantidad de 200 pesos, no se ha publicado el monto de lo confiscado con ese método.
  • Incalculable el monto de la diferencia entre los salarios simbólicos pagados a los trabajadores y la justa retribución que debieron recibir durante más de sesenta años. Esto incluye la práctica de la confiscación de los haberes en divisas a los contratados en el extranjero fundamentalmente pero no en exclusiva a personal de la Salud y en el interior del País, ídem para el sector del Turismo.

     

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