Publicado Memorias de Exilio

Ediciones / Cartas a Ofelia: Ya está a la venta en la Internet «Memorias de Exilio» de Félix José Hernández.

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Cubamatinal / París, 2 de octubre 2019.

Ya está a la venta en la Internet «Memorias de Exilio» de Félix José Hernández.

Resumen: Memorias de Exilio es una compilación de crónicas en la que el autor nos cuenta con gran sentido del humor, por medio de una pléyade de personajes, sus aventuras y desventuras durante su infancia en el pueblo cubano de Camajuaní (1949-1959), los años de su adolescencia y juventud en La Habana (1959-1981) bajo el régimen de los Castro, la vida en París (1981-2019) y sus viajes a Miami (1990-2015).

Autor: Félix José Hernández habla y escribe en español, francés e italiano. Ejerció como profesor de Geografía (1969-1980) y traductor e intérprete de italiano (1972-1980) en La Habana. Tras obtener el asilo político en 1981 en Francia, Hernández fue profesor de español en diferentes Institutos de Segunda Enseñanza parisinos (1985-2014). Trabajó enseñando La Historia de América Latina, en l’Université Paris Est Marne-la-Vallée (1995 a 2010). Ha recibido varios premios internacionales en Suecia, los EE.UU. y España por su labor periodística. Es miembro del Pen Club de Escritores Cubanos en el Exilio y del Colegio Nacional de Periodistas de la República de Cuba en el Exilio, del cual es delegado en Francia.

  • Disciplina : Testimonio
  • Publicado : 02-10-2019
  • Autor : Félix José Hernández
  • ISBN : 978-2-312-06902-9
  • Formato : 150×230 mm.
  • Número de páginas : 370
  • Serie / Colección : Les Éditions du Net

Se puede adquirir por medio de este enlace con las Éditions du Net:

https://www.leseditionsdunet.com/temoignages/6490-memorias-de-exilio-felix-jose-hernandez-9782312069029.html

Editado en Francia el Tomo XIX de “Desde las Orillas del Sena”. N° 39 de la Serie Cartas a Ofelia

Cartas a Ofelia / Crónicas coleccionables

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Mercurio montado sobre Pegaso, obra de Marly, Plaza de la Concordia, París.

Cubamatinal/ París, 14 de marzo de 2018.

Querida Ofelia:

Acaba de ser editado en Francia  mi libro de crónicas N° 39 de la Serie “Cartas a Ofelia” con el título de “Desde las orillas del Sena” (Tomo XIX). Contiene 90 crónicas escritas en español, francés e italiano en 502 páginas.

Puedes encontrar todas esas crónicas y los 38 libros en mi sitio web www.cartasaofelia.com cuyo webmaster es el ingeniero don Leonel Mena Valdés.

Gracias al historiador cubano don Ferrán Núñez, director de El Diario de la Marina, se pueden leer todas las crónicas en su sitio webhttps://eldiariodelamarina.com/ y también descargar gratuitamente en Google Drive los treinta y nueve  libros que reúnen todas las crónicas que he escrito desde mayo de 1981 hasta marzo de 2018 en español, francés e italiano en  la siguiente  dirección:

https://drive.google.com/drive/folders/0B2JGTV0Z-vJ5fkwyck1hbENQT2pDWC1ZLUFqZTBqVjZNQUR4aGJWblllT09kYmpWeUhlSGc

Todos los libros se pueden encontrar también en el sitio web de Bibliocuba en https://bibliocuba.net/ediciones-bibliocuba/cronicas-coleccionables-libros-cartas-a-ofelia/, gracias a su director don  Miguel Ángel García Puñales, historiador  y sociólogo cubano,  presidente de la ONGD Ceninfec (Centro de Información y Documentación de Estudios Cubanos):

Desde Miami las ha publicado don Roberto A. Solera director de Cuba en el Mundo, en www.cubaenelmundo.com

Te envío el prólogo que escribió  mi querido amigo Carlos Cortés:

« Milán, 2 de marzo de 2018.

Querido amigo:

Es un honor que me haces al pedirme que escriba el prólogo de tu nuevo libro de crónicas. Pero te confieso que después de haber leído los de tus libros anteriores, no sé qué podría agregar que ya no se haya escrito.

Recuerdo cuando nos conocimos en el campo de refugiados en el sur de Francia en la primavera del 1981. Yo llegaba de La Habana con mi historia a cuestas de mítines de repudio, golpes e insultos al igual que tú, tu esposa Marta y tu hijo Giancarlo, que si mal no recuerdo, tenía cinco años. Nació entre nosotros una amistad que ya dura 37 años y que estoy seguro que continuará hasta el final de nuestro tiempo, como sueles decir.

Cuando lograste mudarte para París, me ayudaste a encontrar un pequeño alojamiento gracias a una familia francesa que habías conocido.Recuerdo cuando íbamos juntos a limpiar oficinas por las noches y que nuestro lujo era el arroz con pollo que Marta nos preparaba.

Tuve la suerte de conocer en tu casa a Anna, una chica italiana encantadora, que había ido desde Milán a verles y había llegado cargada de regalos como Los Reyes Magos. Simpatizamos inmediatamente y como bien me has dicho, parece que aquella tarde Cupido estaba volando sobre París. Dos meses después fui a visitarla a Italia y no regresé a París. De aquella historia de amor nacieron nuestros dos hijos: Luigi y Paolo.

Tanto Anna como yo hemos seguido por tu sitio web, las redes sociales y tus libros, todas tus aventuras por este ancho mundo, tus éxitos, las películas y las obras de teatro que has visto; las exposiciones, museos, catedrales, monumentos que has visitado; los éxitos en los estudios y en la vida de Giancarlo; tus premios como periodista y un largo etcétera.

Considero que tus Cartas a Ofelia son una especie de diario cultural de un cubano, más que parisino, universal. 

He aprendido a apreciar mucho de lo que para mí era desconocido incluso sobre la historia de nuestra Cuba, y que he descubierto gracias a tus crónicas.

Tanto Anna como yo les esperamos de nuevo por acá, bien saben tú y tu esposa que aquí siempre serán recibidos al igual que como ustedes nos  han recibido en París.

Un grande abbraccio da Milano,

Carlos. »

Desde las orillas del Sena. Tomo XIX. Número 39  de la Serie “Cartas a Ofelia” Depósito Legal, marzo de 2018. © Versión PDF para la web y edición en papel; diseño, maquetación, montaje y foto de la portada: Félix José Hernández Valdés. Editado en París, marzo de 2018. Foto de  la portada: Mercurio montado sobre Pegaso, obra de Marly, Plaza de la Concordia, París.

Te deseo un porvenir lleno de: paz, amor, salud y Libertad, en unión de tus seres queridos y… ¡Qué Dios te bendiga!

Un gran abrazo desde la espléndida Ciudad Luz,

Félix José Hernández.

Hoy 21 de mayo de 2018, cumplo 37 años de Libertad

Cartas a Ofelia / Crónicas de Libertad

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La Habana, 17 de mayo de 1981. Mi hijo Giancarlo de 5 años, cuatro días antes de irse de Cuba.

Cubamatinal / París, 21 de mayo de 2018.

Querida Ofelia:

Ayer se cumplieron 116 años de la proclamación de La República de Cuba. Para algunos era mediatizada, para otros corrompida, para otros muchos paradisíaca, pero con todos sus defectos se puede afirmar que todo no era tan negro como dicen algunos ni tampoco tan puro como cuentan otros. Winston Churchill dijo que la democracia burguesa tenía muchos defectos, pero que no se había inventado nada mejor, y yo comparto plenamente su opinión.

A veces parece que fue ayer cuando tomamos aquel avión de Iberia en San Cristóbal de La Habana rumbo a la capital de nuestra Madre Patria. Fue el 21 de mayo de 1981, hace hoy exactamente 37 años.

Recuerdo que dejé en casa a Mario, el primo médico de mi esposa (en aquel momento en vías de apestarse gracias a sus vínculos familiares con sus padres y hermanos “escorias” que estaban ya a salvo) y a Lolita, mi amiga y colega de la E.S.B. Mártires de Humboldt 7.

Ellos se quedaron con mi madre mientras que mi padre iba a la piquera del Hospital de Emergencias –más conocido como el Matadero Municipal–, para buscar un taxi que nos llevara al aeropuerto de Boyeros.

La casa estaba cerrada y no se le abría a nadie salvo que diera los tres toques, como en las películas.

Llegó el taxi, salimos corriendo para que no nos viera alguien, sobre todo el compañero Arranz, que nos vigilaba desde la acera de enfrente, detrás de la reja de su cuarto, el que estaba en línea recta con la sala de mi casa. O por si acaso, el compañero comandante Miguel Down o su querida hermana Fina, los que nos vigilaban desde la “torre de control” que era su ventana del segundo piso del inmueble frente a mi casa. El peor de todos, el que nos había prometido un buen mitin de repudio y una buena monda para que nos acordáramos por siempre de la intransigencia revolucionaria de los «heroicos compañeros» del Comité de Defensa de la Revolución Leopoldito Martínez, era el compañero Ramón Vázquez. Gracias a Dios logramos escaparnos aquel día sin repudio ni monda.

Al aeropuerto nos acompañaron Magdalena mi cuñada, que ya era considerada «escoria» y mi padre. Esta huida nos impidió despedirnos como se debe de amigos y familiares, a los que visitamos como si no fuera la cosa, en la semana precedente al gran vuelo. Incluso recuerdo que mi tío Renato llegó por casualidad a casa y tocó cuando ya estábamos a punto de irnos, mi padre que venía en el taxi se agachó y le dijo al taxista que continuara y le diera la vuelta a la manzana. Después nos esperó en la esquina de Zanja y Soledad hasta que Renato pasó por al lado de él y como mi padre se había agachado en su interior no lo vio. Todo esto para que nadie se enterara de que nos íbamos ese día.

Incluso la noche anterior habíamos ido a visitar a Celita y a Juan que ya eran también “escorias” y a los padrinos de mi hijo, Cuca y Ñico, “escorias” también. Hoy 37 años después me doy cuenta de que mi casa era una casa rodeada de “escorias” por todas partes.

Todos lograron conquistar la Libertad y viven en tierras de Libertad, salvo Lolita, que es la única que no ha logrado salir de Cuba. Todas esas «escorias» se convirtieron en mariposas de la Comunidad Cubana en el extranjero o mejor dicho: Cubanos de Ultramar, como los calificara en una entrevista para el periódico español El País, el compañero caído en desgracia, Robaina.

Aquellas seis horas que tuve que pasar en la aduana fueron interminables, mi hijo de 5 años tenía sed y cuando le pedí un vaso de agua a una compañera camarera me respondió : «pa’utede lo gusano no hay na». Lo llevé al lavabo del servicio y allí le di agua en mi mano. En aquel momento juré que siempre tomaría agua de botella y así lo he hecho, llevo todos estos años tomando Evian y Perrier. En cierto momento vi de lejos al compañero Del Busto, la eminencia gris de aquella época de Cubatur y me fui a esconder al servicio hasta que como un cuarto de hora después mi esposa me tocó la puerta para decirme que ya había salido de la aduana.

Cuando le hago estos cuentos a mis amigos franceses me dicen que yo estaba en una etapa paranoica y, es que ellos no saben lo que es vivir allá, en una isla llena de compañeros o de supuestos compañeros por todas partes. Yo les cuento como el compañero responsable de vigilancia, Ramón Vázquez, micrófono en mano exhortaba a las masas del heroico C.D.R. para que no saludaran a las “escorias” de la cuadra.

Como la escuela en la que yo trabajaba estaba a seis manzanas de mi hogar, los adolescentes de mi barrio, muchos habían sido alumnos míos y ahora no debían saludarme. La hija de la infinitamente revolucionaria, la compañera Fina Down, la de la infinita lengua, me viraba la cara cuando me veía.

Otro personaje era Evelio, vivía al lado de mi casa, pasaba mirándose la punta de los pies por tal de no mirar hacia la sala por la reja siempre abierta (como había sido hasta la víspera su costumbre), para conversar un poco con mi madre. Ella que siempre estaba allí sentada haciendo flores de papel, puso una cortina de apenas unos centímetros de ancho para que el pobre Evelio pudiera pasar con la cabeza alta.

Otro vecino a cuyo teléfono me llamaban mis amigos, el señor Lombardo, repentinamente cambió el número, para que yo no entrara más a su casa y de esa manera, él y su familia no correrían el riesgo de contaminarse. Pero no todos cedieron ante las presiones o el miedo, continuaron dirigiéndome la palabra y viniendo a mi casa gentes nobles como la inolvidable Mita y su esposo el Dr. Moreno; Esther Vergara, cuyo sentido del humor siempre fue extraordinario. A cada vez que nos veía con una carpeta debajo del brazo, haciendo las innumerables gestiones para obtener el permiso de salida durante aquellos inolvidables 11 meses, nos decía: “cualquier día me levanto y me dicen que ustedes se fueron”. Y así fue.

Otro personaje alto en color fue Cuca, la que tenía el valor de criticar al Coma-Andante en Jefe y a su régimen a voz en cuello en la puerta de su edificio Las Dos Niñas, ¿Por qué se llamaría así? Ella siguió hablándonos como su hermana Regina y la madre de ambas Nieves, ésta última me ofreció su teléfono y pude seguir comunicado con el mundo para recibir llamadas. Pero para hacer mis gestiones con: España, Venezuela, Francia, Italia y los EE.UU., tenía que pasar las noches metiendo el dedo, como se decía, por el disco giratorio de aquellos teléfonos negros, en casa de mis compadres.

Mis colegas de la Humboldt 7, como le decíamos a la escuela, me guiñaban un ojo cuando me veían en la calle, incluso una me tiró por el brazo y me metió detrás de la puerta de una escalera en Belascoaín para que nadie la viera saludarme. Sólo hubo tres excepciones, las de las compañeras Berta Espinoza, Mildret Miró y Orquídea Campos. ¡Qué diferentes a mi colega Nery Moya, mi Amiga del Alma! Mis ex alumnos cuando me veían me saludaban, me felicitaban y me pedían que cuando me fuera les reclamara. En mi acera vivía Raquelita, ex alumna; ella como su hermano, me saludaban al doblar de la esquina pero jamás en mi acera, pues allí estaba el Ojo de Orwell. Su abuela vino a hablarme para pedirme disculpas y comprensión para sus nietos. Esa fue la Cuba que yo dejé atrás un 21 de mayo de 1981.

Mi esposa fue llamada a la oficina del jefe de personal del Ten Cent de la calle Galiano pues nuestro “heroico” Comité de Defensa de la Revolución había llamado por teléfono para informar que ella era “escoria”. Lógicamente, mi esposa negó todo y el jefe convencido la dejó volver a su puesto de trabajo , que era la llamada Fuente de Soda, pero ella lo que hizo fue salir corriendo por toda la calle San Rafael para nuestra casa, adonde llegó aún con el uniforme blanco. Inmediatamente mi padre fue a devolverlo, pues quizás la podrían acusar de robo. Pero su ropa no pudo recuperarla del vestuario, seguramente alguna compañera la había robado.

Esa misma tarde al llegar a buscar a mi hijo al Círculo Infantil, como llaman en la Perla de las Antillas a las guarderías, la compañera directora, que hasta el día anterior había sido muy amable, me dijo que el niño era expulsado pues sus padres eran “escorias” y el Círculo era sólo para niños revolucionarios.

Gracias a Dios el niño ni se dio cuenta y nos fuimos a la cremería del Yang Tse de la calle 23 a tomarnos unos cremosos helados. Allí me encontré con mi primo Lazarito y el tema de la conversación fue el caso de Luis Valdés, nuestro primo que en ese momento estaba con su familia en el interior de la Embajada del Perú en La Habana, solicitando asilo en unión de otros 10 800 cubanos. Pero Lazarito no criticó, simplemente trataba de comprender lo que pasaba. Creo que ya debe de haber comprendido.

Cuando el avión despegó vi las palmeras reales y al poco tiempo un mar turquesa espléndido. Volví a ver las palmeras reales de nuevo diez años después en los jardines del Museo Nacional del Cairo y un color de mar así en la Gruta Azul de la isla de Capri.

¡Cómo han pasado cosas en estos 37 años! Si Dios quiere, pensamos ir a los U.S.A. para las Navidades, para volver a ver y platicar con tantos amigos y familiares que residen allí, te tendré al tanto.

El domingo nos fuimos con unos amigos a las famosas guinguettes, al borde del río de La Marne, son: restaurantes, bares, cafeterías, etc., con pistas de bailes y orquestas. Allí vimos a parejas de viejitos bailar vals, tango, pasodobles, todo muy retro. Los camareros gastaban sombreros de pajilla y grandes bigotes. Otras parejas remaban o paseaban por las aceras entre los jardines. De ese lugar hicieron muchos cuadros célebres algunos pintores impresionistas, novelas, películas, etc. Comimos mejillones acompañadas de patatas fritas y vino blanco, todo delicioso. Es un lugar que a ti te hubiera encantado.

El balance es muy positivo, hemos ascendido en la escala social hasta donde nunca hubiéramos podido imaginar. Hemos recorrido 72 países y llevamos una intensa vida cultural aquí en París. Nuestro hijo, su esposa y nuestros dos nietos nos procuran gran felicidad.

Los dos momentos más difíciles han sido el fallecimiento de mis amados padres en La Habana, sin poder estar junto a ellos en los últimos momentos. Por lo tanto te puedo asegurar que el exilio, aún en el mejor de los casos, es una pena muy difícil de soportar.

El gran Víctor Hugo, desde el exilio escribió: La liberté! La liberté: Sauvons la liberté, la liberté sauve le reste.

Te deseo todo género de cosas bellas en unión de tus seres queridos. Espero que Dios permita volver a vernos más temprano que tarde.

Un gran abrazo desde la bella Francia, tierra de: Libertad, Igualdad y Fraternidad.

Félix José Hernández.

El paisaje reconfigurado en el Centro Botín

Cartas a Ofelia/ Crónicas hispanas

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Tacita Dean. “JG” 2013

 

Cubamatinal / Santander, 20 de mayo de 2018.

El Centro Botín inaugura el próximo 23 de junio la exposición El paisaje reconfigurado, una selección de obras de la colección de la Fundación Botín con trabajos de artistas de relevancia nacional e internacional que empezaron a crear en las últimas décadas del siglo XX.

Nombres como los de Leonor Antunes, Lothar Baumgarten, Tacita Dean, Joan Jonas, Irene Kopelman, Julie Mehretu u Oriol Vilanova muestran los diferentes modos de representar el mundo circundante y ofrecen al visitante una perspectiva histórica de la labor de la Fundación Botín en el campo de las artes visuales en la última década. La mayoría de las piezas no han sido antes expuestas.

Esta muestra, que podrá visitarse hasta el 6 de octubre en la primera planta del Centro Botín, incluye obras de artistas que han dirigido alguno de los talleres de Artes Plásticas de la Fundación Botín en Santander conviviendo con otras de beneficiarios del programa de Becas, creadores más jóvenes que son considerados figuras clave de su generación, como João Onofre, Sara Ramo o Ignacio Uriarte.

“Este mix generacional constituye una importante dinámica de la colección y ofrece una interesante perspectiva sobre la práctica artística del siglo XXI, poniendo de manifiesto la libertad formal que los creadores han ido consolidando a lo largo de los últimos cincuenta años”, asegura Benjamin Weil, director artístico del Centro Botín y comisario de esta exposición.

Además de pintura, dibujo y escultura, El Paisaje Reconfigurado incluye vídeos e instalaciones multimedia, una modalidad artística que representa la vanguardia de la investigación artística de las últimas décadas.
“Podemos considerar esta exposición como un recorrido por el paisaje artístico de estos últimos años donde los artistas han buscado diferentes modos de representar el mundo circundante”, subraya Weil.

En este viaje por el panorama artístico de la última década, Leonor Antunes (Lisboa 1973) reivindica la autonomía material de las esculturas e incorpora su Random intersection #14 al espacio expositivo como parte integral de la experiencia de la escultura. Ella contextualiza el elemento escultórico interviniendo en el espacio de la exposición y “se apropia del espacio como un elemento esencial de su trabajo”, explica el comisario.

En esta misma línea, Miroslav Balka (Varsovia, 1958) utiliza su escultura 196 x 230 x 141, compuesta por acero, madera y bombilla, para reflejar la experiencia cotidiana, subrayando la transformación de materiales perecederos en símbolos de la existencia humana y convirtiéndolos en un nuevo paisaje.

Por su parte, Lothar Baumgarten (Rheinsberg, 1944), uno de los veteranos del arte conceptual, apuesta por el lenguaje de las fotografías y las instalaciones para representar el mundo circundante y subrayar la relación entre cultura y naturaleza. Así, tras estudiar la vida de las comunidades indígenas y sus modos de organización social y cultural, Baumgarten ofrece en Montaigne/Pemón, una mirada idealizada sobre este colectivo mientras presenta un discurso crítico sobre la forma en la que miramos y tratamos a las comunidades más primitivas.

En esta muestra también tienen un peso importante los valores emergentes del panorama artístico español como Jacobo Castellano (Jaén, 1976). Como un arqueólogo del arte, este joven artista andaluz recupera los materiales que tiene cerca, principalmente madera, que contienen cierta carga histórica, para recuperar la ‘biografía’ particular de los objetos y confeccionar con ellos una historia propia.

Esta necesidad de rescatar momentos olvidados de la historia es también una de las señas de identidad de la obra de la artista británica Tacita Dean (Canterbury, 1965). Dean se apoya principalmente en películas de 16 mm y piezas sonoras en las que el devenir temporal, el azar y las coincidencias adquieren un papel fundamental en la muestra de paisajes imaginarios y enigmáticos. “El paisaje es el centro de su narrativa”, subraya Benjamin.

También con una dilatada trayectoria en el mundo del arte, Fernanda Fragateiro (Portugal, 1962) reivindica las relaciones entre arte, arquitectura y paisaje. En esta ocasión, de la mano de Um caminho que não é um caminho, la artista portuguesa otorga a los materiales y al espacio expositivo un particular papel protagonista. Jugando con estructuras modulares, de aparente exactitud, apuesta por una estética minimalista de forma, color y textura.

Otra manera de redefinir el espacio se muestra en la obra Don Quijote también esculpió el aire, de Nuria Fuster (Alicante, 1978). La artista recoge objetos que previamente han sido utilizados, como plásticos, hierros o taburetes, y los transforma en creaciones. Del mismo modo que Don Quijote transformaba los molinos en gigantes, Fuster convierte los objetos en nuevas esculturas llenas de vida.

La naturaleza cambiante del mar y los océanos también está presente en El Paisaje reconfigurado de la mano de Irene Kolpelman (Argentina, 1974). Atraída por la idea de mostrar los colores del agua, la artista comenzó una colaboración con el doctor Marcel Wernand, oceanógrafo físico en el NIOZ (Royal Netherlands Institute for Sea Research). Wernand, investigador senior en esta institución, se ocupa del diseño y el desarrollo de instrumentos multi-espectrales para medir los colores del océano; la variabilidad bio-óptica de estuarios y mares o la alteración del color del océano a largo plazo.

Entre Kopelman y Wernand se estableció un diálogo constante que sirvió para constatar la simbiosis entre ciencia y arte, y crear Indexing Water. Así, partiendo de los patrones naturales que encuentra en la naturaleza, Kopelman los representa a través del dibujo, para luego en el espacio de su taller producir pinturas, esculturas e instalaciones.

Esta compleja relación del ser humano con la naturaleza y el medio ambiente es el tema predominante en la obra de Joan Jonas (Nueva York, 1936), pionera en la práctica de la performance, el cine experimental y la vídeo-instalación.

Esta pieza, Caudal o río vuelo o ruta / stream or river flight or pattern, inspirada en sus últimos viajes y en su descubrimiento del entorno rural cántabro (el valle del Nansa, las cuevas prehistóricas de Altamira, el Castillo y las Monedas, el Jardín Botánico de Puente San Miguel, etc.), se compone de dos vídeo proyecciones, un conjunto de dibujos realizados en tinta sobre papel y varios dibujos murales sobre paredes multicolor.

Desde sus inicios, el dibujo ha desempeñado un papel fundamental en el trabajo de Joan Jonas, entendido como acción y como rastro de la misma. Unas veces, en el transcurso de la performance, la artista dibuja directamente sobre una superficie –papel, pizarra, pared, caballete, pantalla o el propio suelo-; otras veces, proyecta el dibujo que realiza en tiempo real en una pantalla por medio de un retroproyector o de una cámara de vídeo, e incluso incorpora grabaciones hechas anteriormente.

Joan Jonas pasó gran parte de su niñez en el medio rural, lo cual explica su fuerte vínculo con la naturaleza y, en consecuencia, su preocupación por la relación del ser humano con su entorno.

Con Sol Lewitt (Hartford, CT, 1928 – Nueva York, NY, 2007) su Wall Drawing *499 –pirámide truncada con aguadas de tinta de color superpuestas, 1986-, instalada en el salón de actos de la Fundación Botín en Santander desde 1992, refleja la extraordinaria consistencia de las exploraciones sistemáticas de Lewitt y la notable diversidad y evolución de su práctica artística.

Considerado un protagonista clave del Arte Conceptual, su obra muestra su atracción tanto por las figuras geométricas simples como por las formas “continuas” y “complejas”, así como por la variedad en las técnicas utilizadas: grafito, lápiz a color, tinta china o pintura acrílica.

Por su parte, Julie Mehretu (Addis Abeba, 1970) quien ya ha presentado una exposición individual el Centro Botín se suma a la colección con las piezas Epigraph, Damascus, 2016, y Conjured Parts (Sekhmet), 2016. Mehretu combina líneas geométricas, dibujos arquitectónicos y proyecciones urbanas con capas de color y otros elementos más personales. Cada superficie está minuciosamente trabajada por la artista.

En un juego complejo entre la precisión y el caos, las formas interactúan en el lienzo tomando a veces forma de torbellino, de corrientes o de piezas que estallan en el aire, como resultado de una explosión, o de un colapso que trata de alcanzar al espectador.

Atrapar y sorprender al espectador es también el objetivo de João Onofre (Lisboa, 1976). Mediante el encuadre y el montaje propios del lenguaje cinematográfico, en Ghost, 2009/2012, Onofre hace posible la aparición de una isla que transita por el estuario del río Tajo. La película documenta el viaje silencioso de esta isla flotante, habitada por una palmera tropical relativamente difícil de encontrar en el hemisferio norte, que se alza a once metros sobre la superficie de la isla. La isla atraviesa la ciudad de Lisboa a lo largo del río Tajo, de este a oeste, hasta que se pierde en el horizonte. Es una visión completamente improbable que, sin embargo, sucede.

Un hecho que también parece poco probable sucede en Los ayudantes, en la que la artista hispano-brasileña Sara Ramo (Madrid, 1975) refleja un extraño ritual con personajes enmascarados como un hombre macaco o un hombre elefante rosa.

Para desarrollar su propuesta, Ramo viajó a la selva brasileña y allí, y en el parque Inhotim, uno de los mayores museos de arte al aire libre, filmó Los ayudantes, donde muestra un ritual nocturno en el que extraños personajes enmascarados tocan instrumentos musicales.

Inspirándose en un texto de Giorgio Agamben con el mismo título, este vídeo, que forma parte de una trilogía sobre rituales y tiempo circular, analiza el papel de la música, el rito o el juego en nuestras relaciones con la naturaleza.

Y sin pretensiones ni artificios, Ignacio Uriarte (Krefeld, 1972) proclama su “arte de oficina” en el que los protagonistas son los objetos que habitualmente tenemos en nuestros espacios de trabajo: rotuladores, bolígrafos, impresoras, etc.

En este trabajo, adquirido por el Centro Botín, Uriarte presenta una serie de diapositivas que se cuentan a sí mismas del 1 al 40 en números romanos, de ida y de vuelta. Los números se escriben con bolígrafos, pero no de manera habitual sino utilizados como elementos escultóricos que crean composiciones espaciales. De esta manera, la herramienta de escritura se convierte en signo. Además, a causa del ritmo constante del temporizador, la proyección se convierte en una especie de reloj arcaico.

Por último, la exposición El Paisaje Reconfigurado también cuenta con la obra de Oriol Vilanova (Manresa, 1980). Si la noche fuese un color está compuesta por 700 postales relacionadas con la magia y los paisajes de la noche. El artista, que recoge su material en mercadillos de todo el mundo, recopila postales sobre camas, gatos, palomas, bares o restaurantes. “Oriol Vilanova crea su propio paisaje, como si cada postal fuera un pixel, y logra su propio retrato del paisaje turístico”, concluye Benjamin Weil.

Centro Botín. Muelle de Albareda s/n, Jardines de Pereda. Santander.

Un gran abrazo desde nuestra querida y culta España,

Félix José Hernández.

 

Editado en Francia el Tomo XVIII de “Desde las Orillas del Sena”.

Cultura/ N° 38 de la Serie Cartas a Ofelia

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Le Kiosque des noctambules de Jean-Michel Othoniel.

Cubamatinal / París, 11 de enero de 2018.

Querida Ofelia:

Acaba de ser editado en Francia  mi libro de crónicas N° 38 de la Serie “Cartas a Ofelia” con el título de “Desde las orillas del Sena” (Tomo XVIII). Contiene 87 crónicas escritas en español, francés e italiano en 518 páginas.

Puedes encontrar todas esas crónicas y los 38 libros en mi sitio web www.cartasaofelia.com cuyo webmaster es el ingeniero don Leonel Mena Valdés.

Gracias al historiador cubano don Ferrán Núñez, director de El Diario de la Marina, se pueden leer todas las crónicas en su sitio web https://eldiariodelamarina.com/ y también descargar gratuitamente en Google Drive los treinta y ocho  libros que reúnen todas las crónicas que he escrito desde mayo de 1981 hasta enero de 2018 en español, francés e italiano en  la siguiente  dirección:

https://drive.google.com/drive/folders/0B2JGTV0Z-vJ5fkwyck1hbENQT2pDWC1ZLUFqZTBqVjZNQUR4aGJWblllT09kYmpWeUhlSGc

Todos los libros se pueden encontrar también en el sitio web de Bibliocuba, gracias a su director don  Miguel Ángel García Puñales, historiador  y sociólogo cubano, presidente de la ONGD Ceninfec (Centro de Información y Documentación de Estudios Cubanos):

https://bibliocuba.net/ediciones-bibliocuba/cronicas-coleccionables-libros-cartas-a-ofelia/

Desde Miami las han publicado don Roberto A. Solera director de Cuba en el Mundo, en www.cubaenelmundo.com y don Agustín Rangugni, director de Radio Miami Internacional, en: www.radiomiami.us

 Te envío el prólogo que escribió  mi querida Amiga Ángeles :

 “Estaba de noche en mi casa, tranquila, mirando la televisión, cuando me llegaron noticias de mi gran y querido amigo Félix. No vacilé en leerlas y al hacerlo, me quedé completamente petrificada. Atiné a cerrar mis ojos, respirar profundo y volver a leerlas. Efectivamente, leí lo mismo y entonces me llené de una gran emoción que me provocó unas lágrimas.

Mi amigo me preguntaba si yo accedería a escribir el prólogo de su nuevo libro “Desde las orillas del Sena” el cual es un compendio de numerosas de las interesantes crónicas de su autoría que se conocen como “Cartas a Ofelia”.

Con ese  pedido hecho de forma tan humilde como así lo es él, me dio una prueba tan grande de lo profundo que es el cariño que conlleva nuestra larga y linda amistad, que obviamente fue imposible negarme, aunque confieso que sentí temor de no saber hacerlo a la medida que él se lo merece. No obstante, aquí estoy tratando de escribirlo lo mejor posible.

Quizás al leer estas letras usted pueda no entender del todo  el por qué de mi gran  emoción ante su pedido. La respuesta es sencilla y convincente: sé muy bien lo que “Cartas a Ofelia” representa para Félix pues comenzó a escribirlas para su madre, en el inicio para él, de una nueva y difícil etapa de su vida, en la que junto a su esposa e hijo que lo acompañaban, tuvo que separarse físicamente de prácticamente todo lo que amaba.

Esa nueva etapa  era nada más y nada menos  que el exilio, palabra muy dolorosa y paradójicamente salvadora para los cubanos.

Félix adoraba a su mamá: Ofelia. Siempre fue un magnífico hijo y el dolor de la separación fue tan intenso, que puedo asegurar que escribirle a su madre contándole todo lo que veía, sentía, conocía, compartía, recordaba, lo hacía sentirse como si estuviera a su lado, conversando con ella, compartiendo sus vidas, todo lo cual ya no podía hacer más porque así se lo habían impuesto.

El poder compartir físicamente sus vidas quedaba reducido a esas cartas. La dura y triste realidad era que entre ellos existían miles de kilómetros, mares, espacios, aunque también la oculta esperanza de un rencuentro.

¿Y qué decir de lo que para Ofelia como madre tiene que haber significado el exilio de su querido hijo?

Primeramente quizás un gran alivio ya que se liberaba del temor  que sentía ante la situación que enfrentaba Félix en Cuba, víctima de la inseguridad, recibiendo agresiones morales sólo por el hecho de desear irse del país en busca de la libertad que tanto ansiaba. Pero Ofelia también  tuvo que afrontar algo muy difícil para una madre como es el tener que separarse de su hijo sin saber cómo ni cuándo lo volvería a ver o peor aún, no saber si realmente podría algún día nuevamente verlo, terrible situación  por la que madre alguna debería tener que pasar.

Sé muy bien lo que debe haber padecido Ofelia pues  yo también, como miles de madres cubanas, he pasado por esa situación con mis hijos, lo que te desgarra profundamente. Sé también lo que es esperar una noticia, una llamada, una voz, un encuentro.

Esas cartas  que Félix le escribía a su madre, eran para Ofelia parte de su hijo y a través de ellas podía sentirlo y entender cómo siempre él la tenía presente, cómo le compartía todos sus momentos. Es muy hermoso lo que Félix logró con ellas.

Después de la muerte de Ofelia, que pienso aún hoy él no ha aceptado totalmente, continuó  escribiendo sus cartas como si ella pudiera seguir leyéndolas y conociendo todo lo que  él quería mostrarle. Ni la muerte ni el gobierno cubano, pudieron separar sus almas.

Conocí a Félix en el año 1961, hace más de medio siglo, cuando éramos unos chiquillos pre adolescentes que estudiábamos en Cuba la Secundaria Básica en nuestra queridísima y nunca olvidada escuela “Felipe Poey”, Anexa a la Universidad de La Habana.

Comenzamos a estudiar allí después que el gobierno revolucionario cubano interviniera las escuelas privadas.

Preciosa e inigualable nuestra Anexa por todo lo que vivimos en ella. Félix narra con  gran cariño en  muchas de sus crónicas lindos recuerdos sobre esa etapa de su juventud.

En esa escuela Félix y yo formamos parte de un inigualable círculo de amigos inseparables tanto dentro como fuera del colegio, pues  íbamos juntos a fiestas, cines, teatros en fin, a todas partes y nos divertíamos en grande. También tuvimos magníficos profesores que no han sido olvidados. Son bellos recuerdos que provocan también una gran nostalgia.

Fue precisamente en esa época que conocí a los padres y al hermano de Félix y supe de lo unidos que eran como familia.

Terminada la Secundaria Básica, comenzamos el Pre universitario en el histórico Instituto de La Habana José Martí, del que tenemos también recuerdos maravillosos y en el que continuó inseparable nuestro grupo de amigos de la Secundaria.

Cuando terminamos el Pre, la vida se hizo más compleja y hubo que tomar diferentes caminos que ya no nos permitían estar tan cercanos como antes. A Félix lo llamaron para el Servicio Militar Obligatorio y llegó una época bastante compleja en su vida que también ha contado en sus crónicas y autobiografía.

Después, cuando él logró irse de Cuba, perdimos totalmente la comunicación durante muchos años, pues yo también vivo fuera de la Isla, y justo este año,  por los azares del destino y gracias a un amigo común muy querido, pudimos volver a establecer comunicación.

Eso fue una inmensa alegría, no lo podía creer. Resulta que me encontré a un Félix que  seguía siendo igual que medio siglo atrás: sencillo, cariñoso, hasta con la misma voz, amigo. Hablamos, hablamos, hablamos, recordamos, recordamos, recordamos y nos actualizamos sobre nuestras vidas. ¡Y sorpresa! Resulta que mi antiguo y muy travieso amigo se había convertido en una personalidad internacional muy reconocida y galardonada por su importante actividad intelectual, lo cual me ha hecho sentir muy orgullosa de él.

Pude entonces conocer de la existencia y empezar a leer sus crónicas y me quedé maravillada, porque son encantadoras. Ofelia nunca hubiera podido imaginar que el amor que su hijo sentía y siente por ella, se convertiría en una obra tan bonita, interesante, ilustrativa y con un profundo sentido histórico-cultural para la humanidad.

Al leerlas se recorre todo el mundo. Logran provocar esa sensación de  conocer e imaginar tantos lugares, culturas en el amplio sentido de la palabra, diversidad humana, hechos y todo un conjunto de cosas que nos permite descubrir o redescubrir la grandeza y las imperfecciones del planeta en que vivimos, y también de los que lo habitamos.

Todo este caudal de información que nos brinda Félix, lo  ha logrado escribir de una forma tan amena, clara y descriptiva que hace desear leer cada vez más.

Las crónicas sobre  Cuba y cubanos, son imperdibles, sobre todo para los que conocemos a nuestro país y a nuestra gente. Las hay cómicas, tragicómicas, trágicas, pero en todas puedes sentir lo que se quiere, se añora, se es, y también lo que se rechaza y se espera.

Los testimonios que ha podido obtener  y mostrar se convierten en valiosos documentos de estudio sobre personas y hechos que estaban vedados conocer en nuestro país. El amor por la libertad es un elemento que está siempre presente en sus escritos y vida.

Más allá  de los galardones recibidos, Félix también ha sido premiado por la vida con la posibilidad de construir junto a su esposa, hijo, nuera y nietos, una hermosa familia de buenas personas con grandes  valores éticos, lo que sin dudas es para él su mayor éxito y orgullo en la vida, al igual que lo hubiera sido para Ofelia.

Como profesor que fue durante años, conserva el cariño y admiración de los que fueron sus alumnos, a los que pudo trasmitirles tanto sus valiosos conocimientos como las experiencias adquiridas en el transcurso de su compleja vida.

“Cartas a Ofelia”, muchas de ellas en “Desde las orillas del Sena”, yo diría que es el recuento de la vida  de Félix y su familia en el exilio y de los recuerdos de la otra etapa de su vida en Cuba donde nació y vivió hasta el momento de marcharse a un desconocido y expectante futuro en Francia.

En ellas vemos reflejados  los dolores, las angustias, los temores, las alegrías, los éxitos, los fracasos,  las ausencias, el amor, la impotencia, las esperanzas y desesperanzas, el estoicismo, la espera, los sueños y miles de cosas más.

Sería interminable poder nombrar  a todos los sentimientos y hechos que conforman una vida pero Félix los escribió y nos los  entregó. Es muy bello el mensaje de amor que tiene este libro.

Ya terminando este prólogo, aún no sé si tiene la tónica esperada ni si he logrado trasmitir todo lo que quería, pero eso sí, definitivamente, lo he escrito con el corazón pues respeto mucho el profundo sentimiento de  nuestra amistad y la amistad es una de las cosas más bellas que si somos dichosos podemos conocer  en la vida.

Como cubana, recuerdo a José Martí que escribió este verso que me gusta tanto:

                   “Tiene el leopardo un abrigo

                     en su monte seco y pardo.

                     Yo tengo más que el leopardo

                     porque tengo un buen amigo.”

Y también de Martí recuerdo:

          “Si me preguntaran cuál es la palabra más bella,

            diría que es patria,

            y si me preguntaran por otra,

            casi tan bella como patria,

            diré amistad.”

Espero que los lectores de “A Orillas del Sena” disfruten mucho su lectura y sé que al final estaremos muy de acuerdo en que valió la pena haberlo leído.

Querido Félix, a ti, gracias por querer que fuera yo quien escribiera este prólogo y gracias también a todos aquellos que tengan la paciencia de leerlo.

Tu amiga de siempre,

Ángeles.

Cauterets, diciembre de 2017. »

Desde las orillas del Sena. TomoXVIII. Número 38  de la Serie “Cartas a Ofelia”. Depósito Legal, enero de 2018. © Versión PDF para la web y edición en papel; diseño, maquetación, montaje y foto de la portada: Félix José Hernández Valdés. Editado en París, enero de 2018.

 Foto de la portada:   Le Kiosque des noctambules de Jean-Michel Othoniel.

Te deseo un porvenir lleno de: paz, amor, salud y Libertad, en unión de tus seres queridos y… ¡Qué Dios te bendiga!

Un gran abrazo desde la espléndida Ciudad Luz,

Félix José Hernández.

El Museo Guggenheim Bilbao presenta Community

Cartas a Ofelia/ Crónicas hispanas

 

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Cubamatinal/ Bilbao, 10 de julio de 2017.

Querida Ofelia:

En el año de su vigésimo Aniversario el Museo Guggenheim Bilbao presenta Community, una nueva comunidad en torno al arte y la cultura que aglutinará a  una audiencia amplia y diversa en torno al Museo y permitirá establecer una relación dinámica con los distintos públicos a través de una serie de ventajas y contenidos en base a sus intereses.

Actualmente y desde su inauguración, el Museo cuenta con una sólida red de Miembros Corporativos y Amigos del Museo, que representan el arraigo local y la fortaleza de la institución tras sus primeros 20 años de vida. Estos colectivos pasarán a formar parte y a jugar un papel fundamental en el nuevo espacio Community, una comunidad en la que también se incluyen los usuarios del programa Erdu, que permite a los desempleados acceder gratuitamente al Museo, y al que se sumará un nuevo grupo formado por todas las personas de cualquier parte del mundo que deseen recibir información en torno a la actividad del Museo e incentivos.

Aunque el fin último de la institución siempre será promoverla visita física presencial a las exposiciones, que constituyen la experiencia esencial y la razón de ser del Museo, la relación y fidelización con este nuevo colectivo, que se ha denominado Seguidores, tendrá un importante componente virtual.

El objetivo de la creación de este nuevo espacio abierto al mundo es establecer un contacto fluido y estable con una gran audiencia, ofreciendo contenidos de valor y propiciando su participación. Con sólo darse de alta registrando sus datos básicos de contacto, a través de la web o presencialmente en el Museo, los usuarios están dentro de la comunidad y empiezan a disfrutar de ventajas, como la posibilidad de recibir información sobre la programación artística y educativa del Museo, acceder a contenidos audiovisuales de las próximas exposiciones, pasar por una taquilla preferente cuando visiten el Museo o acogerse a promociones puntuales en actividades y productos en la Tienda-Librería.

Los beneficios que obtienen los Seguidores se amplían considerablemente en el caso de los Amigos, quienes además de mantener sus beneficios exclusivos (acceso gratuito e ilimitado al Museo, descuentos permanentes en todas las actividades y en la Tienda-Librería, actividades exclusivas, descuento en la entrada a otras entidades culturales, o acceso gratuito a otros Museos de la red

Guggenheim), al pasar automáticamente a formar parte de Community recibirán en sus casas un nuevo carné de Amigo que les permitirá acceder directamente al Museo sin esperar colas, gracias a la nueva tecnología instalada en el acceso al Atrio.

Asimismo, todos los miembros de Community (Miembros Corporativos, Amigos y Seguidores) tienen a partir de hoya su disposición un mostrador de atención personalizada en el Museo, así como acceso a través de la taquilla preferente.

El origen de Community en el Plan Estratégico del Museo

El nuevo concepto de comunidad que arranca hoy en el marco del XX Aniversario de la institución entronca a su vez con su Plan Estratégico 2015-2017, en el que se recoge, por un lado, una profunda reflexión en torno al nuevo papel de los Museos y al reto de la transformación digital, y por otro, las iniciativas estratégicas “Visión renovada de la relación con los colectivos del Museo” y “Creación de una Red de Afectos”.

Los Museos han pasado de ser lugares de contemplación a constituir espacios híbridos en los que la tecnología digital se incorpora a la experiencia del visitante, buscando su participación. En esta línea, y dado que gracias al dinamismo en la programación artística y educativa se generan gran cantidad de contenidos en distintos formatos, el Museo Guggenheim Bilbao se halla inmerso en una profunda transformación digital, enfocándose no solamente a generar conocimiento sino también a compartirlo. Una vez asumido que más allá de la experiencia física hay un interesante espacio para generar una experiencia virtual, el Museo ha trabajado en los dos últimos años en este proyecto encaminado a facilitar el acceso al arte y la cultura sin barreras de entrada, y hacerlo a través de una comunicación personalizada, en euskara, español o inglés; un camino que cristaliza hoy con el nacimiento de Community.

Una comunidad muy visual

El nuevo concepto cuenta con su propio desarrollo gráfico. Se trata de una imagen moderna, cambiante en formas y colores, que se construye a través de la combinación aleatoria de tres piezas del edificio de Frank Gehry.

Bajo este paraguas conceptual y gráfico, que se trasladará a todos los soportes comunicativos físicos y digitales relativos a la Comunidad, se renueva tanto la imagen de los Amigos del Museo como de los Miembros Corporativos.

Resumen de beneficios para Seguidores y Amigos

Seguidores (modalidad gratuita):

  • Envío del e-news mensual del Museo con todas las actividades y exposiciones.
  • Compra de l aentrada al Museo en la taquilla preferente, evitando la cola general.
  • Acceso a contenido online exclusivo de las exposiciones.
  • Promociones puntuales en la Tienda-Librería.
  • Participación en encuestas y sorteos.

Amigos (a partir de 20 euros al año). Además de los beneficios anteriores:

  • Acceso de forma gratuita y directa al Museo con el carné de Amigo, sin sacar

entrada ni hacer colas.

  • Viajes, visitas guiadas, talleres y actividades exclusivas para Amigos.
  • Revista del Museo e informaciones on-line exclusivas.
  • Descuentos permanentes en todas las actividades, Tienda-Librería y cafetería del Museo.
  • Descuentos en otras instituciones culturales, como el Museo de Bellas Artes de Bilbao, el Teatro Arriaga o la BOS.
  • Entrada gratis a todos los Museos Guggenheim.

Un gran abrazo desde nuestra querida y culta Bilbao,

Félix José Hernández.

Copyright 2011 Cartas a Ofelia. Félix José Hernández Valdés

Ⓒ Cubamatinal

París, fin de siglo : Signac, Redon, Toulouse-Lautrec y sus contemporáneos, en el Museo Guggenheim Bilbao

Cartas a Ofelia/ Crónicas hispanas

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Henri deToulouse-Lautrec. Jane Avril, 1899.  Litografía en color, 55,5 x 37,9 cm.
Colección particular.

 

Cubamatinal / Bilbao, 2 de julio de 2017.

Querida Ofelia:

El Museo Guggenheim Bilbao presenta “París, fin de siglo: Signac, Redon, Toulouse-Lautrec y sus contemporáneos”, una exposición que aborda la escena artística parisina centrándose en las vanguardias francesas más importantes de finales del siglo XIX, especialmente en el Neo-Impresionismo, el Simbolismo y los Nabis. En la muestra están representadas las figuras más destacadas de estos movimientos a través de aproximadamente 125 piezas incluyendo pinturas al óleo y al pastel dibujos, grabados y estampas.

El fin de siglo en París fue un período marcado por turbulencias políticas y transformaciones culturales, durante el cual la prolongada crisis económica y los problemas sociales estimularon la formación de grupos de la izquierda radical, así como una ola reaccionaria que plagó Francia a lo largo de la década de 1890. En 1894 el presidente Sadi Carnot fue asesinado por un anarquista, mientras que el caso Dreyfus causó la división de la nación, a raíz de la arbitraria acusación de traición a Alfred Dreyfus, oficial de origen judío-alsaciano. Tales acontecimientos sacaron a la luz los extremos sociales y políticos existentes en Francia: burguesía y bohemia; conservadores y radicales; católicos y anticlericales; anti-republicanos y anarquistas.

Como reflejo de una era de angustia y agitación, este período acogió una gran variedad de movimientos artísticos, y a finales de la década de 1880 emergió una generación de artistas que incluían a los neo-impresionistas, los simbolistas y los nabis. Sus temas seguían siendo similares a los de sus antecesores impresionistas, que aún estaban en activo: los paisajes, la urbanización moderna y las actividades de ocio. Sin embargo, los nuevos movimientos cambiaron el tratamiento de estos temas familiares, y a ellas se añadieron escenas visiones introspectivas y fantásticas, así como retratos descarnados de la vida social.

La exposición ahonda en estas vanguardias, centrándose especialmente en algunas de las figuras más destacadas de la época: Pierre Bonnard, Maurice Denis, Maximilien Luce, Odilon Redon, Paul Signac, Henri de Toulouse-Lautrec y Félix Vallotton. De la mano de estos artistas, la ambición de capturar de manera espontánea un momento fugaz de la vida contemporánea dio paso a trabajos cuidadosamente realizados, anti-naturalistas en sus formas y ejecución, que buscaban provocar emociones, sensaciones o cambios psíquicos en el espectador. A pesar de ostentar características a veces contradictorias, estos artistas compartían la meta común de crear un arte con una resonancia universal, produciéndose ocasionalmente diálogos entre los grupos. En una visión de conjunto, esta agitada época muestra un terreno complejo de estéticas y teorías filosóficas divergentes, al tiempo que delinea los acontecimientos turbulentos en el umbral de un nuevo siglo.

Recorrido por la Exposición

Sala 305: Neo-Impresionismo

El Neo-Impresionismo hizo su debut como entidad propia en una de las salas de la octava (y última) Exposición Impresionista en París, en 1886, liderada por Georges Seurat. Ese mismo año, Félix Féneon, crítico de arte y paladín de ese grupo, forjó el término “Neo-Impresionismo” en un artículo. Cuando falleció Seurat, aún joven, Paul Signac tomó su lugar como líder y teórico del movimiento. A los principales neo-impresionistas —Henri-Edmond Cross, Maximilien Luce, Seurat y Signac— se unió Camille Pissarro, previamente impresionista, al igual que artistas con similares intereses que provenían de países cercanos, como el pintor belga Théo van Rysselberghe. Estos pintores vanguardistas usaron teorías científicas sobre el color y la percepción para crear efectos ópticos en obras puntillistas, inspirados en los nuevos métodos ópticos y cromáticos desarrollados por los científicos. Tuvieron especial relevancia la teoría del químico francés Michel-Eugène Chevreuil, De la loi du contraste simultané des couleurs et de l’assortiment des objets colorés (1839) y la del físico americano Ogden Rood, Modern Chromatics (1879).

Esta aproximación moderna y revolucionaria a la pintura se caracterizó por la yuxtaposición de pinceladas individuales de pigmentos para crear el efecto visual de un color intenso y único. Con su manera de disponer los colores complementarios y el uso de formas difusas, los neo-impresionistas producían composiciones unificadas. Así, la representación del impacto de la luz sobre el color al ser refractada sobre el agua, filtrada a través de las condiciones atmosféricas, o propagada a través de un campo, era una preocupación constante en ellos. La mayor parte compartía opiniones políticas izquierdistas que se hacían evidentes, por ejemplo, en las representaciones de Pissarro o de Luce de la clase obrera. Las imágenes idealizadas del socialismo anarquista también estaban presentes en las representaciones utópicas que los neo-impresionistas retrataban frecuentemente en sus obras. Éstas solían unir el contenido ideológico y la teoría técnica. Pese a todo ello, los neo-impresionistas no se guiaban por objetivos explícitamente políticos; en sus representaciones deslumbrantes de urbes, suburbios, costas o campos, se reflejaba una búsqueda formal de lo armonioso.

Sala 306: Simbolismo

El Simbolismo empezó como un movimiento literario en la década de los 1880, y su ideario fue resumido en 1886 cuando el poeta Jean Moréas publicó el “Manifiesto Simbolista” en el periódico francés Le Figaro. Sin embargo, las filosofías idealistas y las cualidades formales del lenguaje no tardaron en infiltrarse en el campo de las artes visuales. El término “Simbolismo” se aplica a una variedad de artistas que comparten las mismas metas anti-naturalistas. A veces, las obras neo-impresionistas o nabis son identificadas como Simbolistas debido asus formas peculiares y temas alusivos, como las de Maurice Denis, que recurrió a temas religiosos y alegorías empleando líneas sinuosas y zonas planas, y cubriendo por completo las superficies dibujadas. Los artistas asociados con el Simbolismo no siempre se definían como tales. Una de las figuras más importantes fue Odilon Redon, en cuyas escalofriantes representaciones encontramos cabezas flotantes e incorpóreas, insidiosas arañas, escenas desancladas de la realidad con significados enigmáticos y atrapadas en el silencio; características todas ellasestrechamente asociadas con este movimiento.

 

La mayor parte de los artistas conectados con el Simbolismo eran reacios al materialismo y habían perdido su fe en las ciencias, las cuales habían fracasado en su intento de remediar los males de la sociedad moderna. En su lugar, el espiritualismo y los estados mentales alterados empezaron a ganar terreno, poniendo de relieve el valor de imágenes evocadoras y oníricas. En estas obras se infiltró un lenguaje decorativo, inspirado por los diseños orgánicos y formas arabescas del Art Nouveau.

El arte simbolista abrazó las narrativas legendarias, la temática religiosa y el mundo macabro de las pesadillas, abandonando lo factual por lo fantástico, el mundo exterior por el drama de los paisajes psicológicos, lo material por lo espiritual, y lo concreto por lo etéreo. El Simbolismo estaba estrechamente vinculado a la narrativa pero buscaba sonsacar sensaciones abstractas y, a través de imágenes subjetivas, transmitir una experiencia universal. Estos impulsos responden al deseo suscitado por el lado oscuro de la sociedad moderna:la búsqueda de lo transcendental.

Sala 307: Los Nabis y la cultura del grabado en los años 1890

 

La técnica del grabado, tanto la litografía como el grabado sobre madera, renació en Francia a raízde la exposición de estampas japonesas en la Escuela de Bellas Artes en 1890. Los responsables de este renacimiento son los nabis, junto con el artista Henri de Toulouse-Lautrec. Los nabis (palabra que proviene del hebreo “profeta”) formaban una fraternidad con rasgos comunes y su arte estaba influenciado por los planos de colores uniformes y la disposición de trazos del Sintetismo clave de Paul Gauguin, al igual que por las bruscas delineaciones y composiciones bidimensionales de los grabados japoneses. Renunciando a la pintura de caballete, la obra de los nabis estaba presente en medios como grabados, posters e ilustraciones de periódicos como La Revue blanche, que pertenecía a Thadée Natanson.

Los artistas se sentían atraídos por la libertad que la técnica del grabado ofrecía al ser considerado como un arte “popular” y por lo tanto exento de las reglas académicas que gobernaban la pintura. Durante la década de1890 estos artistas experimentaron con las posibilidades que ofrecía el duro contraste de los grabados sobre madera, como el ingenioso uso del blanco y negro por parte de Félix Valloton en sus comentarios mordaces sobre la sociedad parisina. A otros nabis, como Pierre Bonnard y Édouard Vuillard, les fascinaba la litografía en color, y testaron los límites de esta técnica de innumerables maneras, incluso introduciendo manipulaciones durante el proceso, para lo que contaron con la ayuda del maestro grabador Auguste Clot.

Estos artistas produjeron numerosos carteles y porfolios por encargo de marchantes, entre los que destaca el galerista Ambroise Vollard. Toulouse-Lautrec centró sus energías en el arte del cartel buscando la representación incisiva, tal vez reduccionista, de la realidad urbana. Estas creaciones de gran tamaño, atractivas y brillantes, eran anuncios efímeros que se exponían por las calles de París. Los transeúntes, potenciales consumidores, no podían evitar ser seducidos por los retratos caricaturescos de la vida bohemia que en ellos se anunciaban: los cafés-concierto de Montmartre o los famosos actores, incluyendo La Goulue (la glotona) y Jane Avril. Esa vida animada, a menudo poco convencional, que celebran sus estampas y carteles, acabó por definir el París del fin de siglo.

El proyecto Didaktika ofrece a los visitantes la posibilidad de ahondar en las tesis de las exposiciones a través de espacios educativos y actividades especiales.

El Espacio didáctico ofrece una mirada sobre el turbulento contexto socio político y cultural que caracterizó las últimas décadas del siglo XIX en París, en el que la prensa tuvo un papel clave para la difusión de la información y el desarrollo de la opinión pública. Así, la documentación dispuesta en el espacio didáctico se presenta en titulares, a modo de una crónica de tendencias y hechos  relevantes, como los enfrentamientos políticos, la angustia creciente ante la inestabilidad de las clases sociales, la popularidad cada vez mayor de los cabarets y los últimos desarrollos científicos, que configuran el telón de fondo del momento creativo e intelectual del momento.

El espacio se completa con una actividad interactiva sobre un mapa del París de fin de siglo, que permite al visitante descubrir lugares de la ciudad y algunos de los sucesos y obras más importantes.

París, fin de siglo : Signac, Redon, Toulouse-Lautrec y sus contemporáneos. Museo Guggenheim Bilbao. Hasta el 17 de septiembre de 2017. Comisaria: Vivien Greene, Solomon R. Guggenheim Foundation.

Un gran abrazo desde nuestra culta y querida Bilbao,

Félix José Hernández.

Colección Soledad Lorenzo: Punto de encuentro y Cuestiones personales

Cartas a Ofelia / Crónicas hispanas

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Antoni Tapies. Estora. 1994, pintura y collage sobre tela.

Cubamatinal / Madrid, 2 de julio de 2017.

Querida Ofelia:

 Gracias al Depósito-Comodato de bienes culturales a favor del Reina Sofía realizado en 2014 por parte de la reconocida galerista Soledad Lorenzo, el Museo organiza este otoño una exposición temporal dividida en dos muestras diferentes que comprenderán unas 120 obras de su colección, y que llevarán por título Punto de encuentro y Cuestiones personales.

El depósito y promesa de legado que la galerista realizó está compuesto por 392 piezas de 86 artistas, la mayoría de ellos españoles y de diferentes generaciones, que abordan todas las disciplinas de la práctica artística actual. Aunque predomina la pintura, la fotografía, la escultura y las instalaciones; contempla igualmente obras sobre papel (dibujos y grabados) y trabajos audiovisuales.

Junto a la obra de autores consagrados como Antoni Tàpies o Pablo Palazuelo, en la muestra titulada Punto de encuentro se presentará una selección de obras de Soledad Sevilla, Ángeles Marco, Guillermo Pérez Villalta, Perejaume, Juan Uslé, José Maria Sicilia, y entre los creadores vascos, podremos citar la obra de Txomin Badiola, Pello Irazu, Jon Mikel Euba, Ana Laura Aláez o Sergio Prego.

En la segunda muestra de la colección de Soledad Lorenzo, Cuestiones personales, se exhibirá una selección del trabajo de Luis Gordillo, Alfonso Fraile, Jorge Galindo, Juan Ugalde, Miquel Barceló oJosé Manuel Broto, destacando también una selección de obras de artistas norteamericanos como Julian Schnabel, Ross Bleckner, Tony Oursler, Robert Longo, David Salle o George Condo. Se incluirá igualmente obra de los artistas más jóvenes representados por la galerista, como Jerónimo Elespe, Philip Frölich o Adriá Julià.

Colección Soledad Lorenzo: Punto de encuentro y  Cuestiones personales. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Edificio Sabatini. 4ª planta. Punto de encuentro, del 26 de septiembre de 2017 al  27 de noviembre de 2017. Cuestiones personales, del  19 de diciembre de 2017 al 5 de marzo de 2018. Comisarios : Manuel Borja-Villel y Salvador Nadales. Coordinación :  Natalia Jiménez.

Un gran abrazo desde nuestra querida y culta España,

Félix José Hernández.

Vacío perfecto. Una lectura de la Colección MUSAC

Cartas a Ofelia/ Crónicas culturales

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Pepe Espaliú. El nido, 1993.

Cubamatinal / León, 20 de mayo de 2017.

Querida Ofelia,

MUSAC, Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León, inaugura el sábado 20 de mayo ‘Vacío perfecto. Una lectura de la Colección MUSAC’, una exposición que intenta dar respuesta a la pregunta ¿Es posible imaginar otros escenarios de intervención y relación con la cultura? A partir de dos puntos de partida: el libro Vacío perfecto, de Stanisław Lem, y una selección de fondos de la Colección MUSAC, algunos de los cuales se exponen por primera vez en el museo y entre los que se encuentran instalaciones, fotografía, vídeo, pintura o dibujo.

La exposición, comisariada por Eduardo García Nieto, pretende generar un espacio de debate sobre algunas de las cuestiones claves presentes en el libro de Lem que siguen vigentes en el presente, a partir de 21 obras de los artistas José Luis Alexanco, Manu Arregui, Luis Camnitzer, Filipa Cesar, Lúa Coderch, Nacho Criado, Jimmie Durham, Pepe Espaliú, Hans-Peter Feldmann, Jenny Holzer, Abigail Lazkoz, Leonilson, David Maljkovic, Diego del Pozo, Fernando Renes, Néstor Sanmiguel Diest, Kiki Smith, Belén Uriel, Akram Zaatari, Silvia Zayas.

El proyecto surge a partir del libro Vacío perfecto, primer volumen de la tetralogía Biblioteca del siglo XXI, de Stanislaw Lem, figura consagrada de la ciencia ficción cuya obra maestra, Solaris, fue llevada al cine por Andréi Tarkovski. Publicadoen 1971,Vacío Perfecto supuso una sorpresa para los lectores que esperaban encontrar un nuevo volumen dentro de los cánones del género, ya que se trata de un experimento literario formado por dieciséis críticas a libros no escritos que, según avanzaba el subtitulo de la obra –Biblioteca del Siglo XXI– debían comenzar a publicarse en el siglo siguiente. Este subtítulo acompañó a otras tres obras –Magnitud imaginaria (1973), Golem XIV (1981) y Provocación (1984)– conformando así un conjunto que permitía al autor hablar acerca de cómo él imaginaba la cultura en el futuro. Las hipotéticas publicaciones reseñadas en estos libros mediante críticas, prólogos o ensayos, versan sobre distintas construcciones sociales posibles, modelos económicos o preocupaciones culturales, sobre ordenadores inteligentes que generaban su propia literatura, sobre equipos de estudiosos en búsqueda de genios desconocidos que la historia no había incorporado a sus relatos.

El proyecto en MUSAC parte de este terreno de posibilidad para explorar cuestiones como la capacidad de hacer «ciencia ficción» con la cultura. La exposición, que puede visitarse hasta el 3 de septiembre, identifica algunos de estos elementos presentes en la obra de Lem-cronología, futuro, sociedad, consumo, sexo, prognosis, nostalgia, relato-, como constantes en algunas de las obras de la Colección MUSAC, que abarcan el periodo comprendido desde la publicación de Vacío perfecto en 1971 hasta la actualidad. Así, se han seleccionado obras que buscan generar un espacio de debate en el que cuestionar el papel de los individuos como agentes de transformación de la cultura, invitando a repensar nuestros modos de relación con ella y sus métodos de archivo, disfrute y difusión.

Asimismo, la elección de la «biblioteca» para establecer un dialogo o relectura de la Colección MUSAC no es algo casual. Un elemento unificador que define tanto a la biblioteca, como al archivo y el museo es que son dispositivos de poder. Qué se conserva, cómo se cataloga y cuáles son los modos de difusión no son meros funcionamientos mecánicos ni objetivos, de ahí la importancia del criterio esencial de la participación y el acceso al archivo que planteaba el filósofo Jacques Derrida. En todas estas acciones se vuelve a deslizar la pregunta: ¿Qué relación tenemos como individuos con la cultura?

Estas cuestiones se ven enfatizadas por la creación de una biblioteca emocional en el espacio  expositivo, en la que el criterio de selección será la relación que las personas tienen con libros importantes en su formación vital, y que quieran compartir con otras personas. Así, se busca trabajar sobre otros posibles nodos de conexión e incremento de las experiencias personales con la cultura.

En relación a la exposición tendrá lugar un programa de actividades, entre las que se encuentra una visita guiada a Vacío perfecto con su comisario, Eduardo García Nieto, que tendrá lugar el sábado 20 de mayo a las 20:00 horas. Esa misma tarde a las 18:30 horas se propone la actividad Biblioteca emocional, en la que los artistas Abigail Lazkoz, Diego del Pozo, Fernando Renes y Silvia Zayas compartirán un libro que consideran importante en su vida , dando inicio así a la Biblioteca emocional en la que podrán participar todos los visitantes de la muestra.

El 15 de junio tendrá lugar el taller Horas en una Biblioteca, que impartirá Eduardo García Nieto . La actividad propone un recorrido por distintas bibliotecas de ficción- la del Nautilus de Verne, la Universal de Lasswitz, la de Babel de Borges, la de Muerte de Prattchet, la de Benjamin- , que se entrecruzará con propuestas artísticas vinculadas a los libros y la literatura.

Cada uno de los ejemplos tratados permitirá enunciar distintos modos de entender la cultura y, al mismo tiempo, definir cuál queremos que sea nuestro papel como agentes en la misma.

La vinculación del taller con el texto homónimo de Virginia Wolf surgirá al plantear cuáles pueden ser otros posibles modos, más vinculados con lo afectivo y menos con lo productivo, de relacionarnos con las bibliotecas.

Eduardo García Nieto (Miranda de Ebro, Burgos, 1974) es un trabajador cultural que ha desarrollado su práctica en proyectos de comisariado y educativos.

Sus investigaciones se han centrado en el peso político de lo invisibilizado con el proyecto CONCEALFROMYOUREYES (La conservera Ceutí, Artium, La Sonrisa de la Ballesta y Bastero) o en el papel de las poéticas en la práctica artística contemporánea (El ciclo LESS POETRY en Artium).

Su práctica educativa le ha llevado a ser el responsable del Departamento de Educación en el Centro Cultural Montehermoso Kulturunea donde planteó, entre otras acciones, la muestra Ayer y Hoy, en la que se proponía un dialogo entre el archivo, colectivos de la ciudad y artistas contemporáneos.

Título: Vacío perfecto. Una lectura de la Colección MUSAC.

Artistas: José Luis Alexanco, Manu Arregui, Luis Camnitzer, Filipa Cesar, Lúa Coderch, Nacho Criado, Jimmie Durham, Pepe Espaliú, Hans-Peter Feldmann, Jenny Holzer, Abigail Lazkoz, Leonilson, David Maljkovic, Diego del Pozo, Fernando Renes, Néstor Sanmiguel Diest, Kiki Smith, Belén Uriel, Akram Zaatari, Silvia Zayas.

Comisariado: Eduardo García Nieto.

Fechas: 20 de mayo – 3 de septiembre de 2017. Lugar: MUSAC. Sala 1. Avda. Reyes Leoneses, 24. 24008 León.

Un gran abrazo desde nuestra querida y culta España,

Félix José Hernández.

La Habana y las palmas son como novias que esperan

Cartas a Ofelia/ Crónicas cubanas

El Vedado. Foto tomada desde el Hotel Habana Libre.

Cubamatinal/ París, 18 de mayo de 2017.

Querida Ofelia:

Te envío este artículo – que me provoca nostalgia-, publicado en Miami ayer en www.cubaenelmundo.com por su director Don Roberto A. Solera.

“Miami, 17 de mayo de 2017.

La Habana tiene , a la vez, el atractivo de algo hasta hace poco restringido a sus legítimos dueños, los cubanos exiliados, muchos de los cuales añoran volver a verla, aunque sólo sea como extranjeros adinerados que reviven sus años mozos donde habitan sus recuerdos empañados por la pátina del tiempo, que nunca vuelve atrás.

A la vez, es nuestra hermosa novia de antaño, que hoy el paso del tiempo nos muestra en su verdadera imagen, suavizada gentilmente por nuestra buena voluntad y deseos de que hoy la apreciemos como ayer la vimos, la amamos y como “un viejo amor que ni se olvida ni se deja pero nunca dice adiós” nos haga sentir acongojados por el maltrato sufrido de aquéllos que nunca la apreciaron y sí le declararon la guerra a muerte por –envidia, mal trazado plan secreto que siempre buscó su destrucción o como muestra de su odio inveterado por destruir lo que nunca pudieron aquilatar y disfrutar.

Los comunistas –¿queda alguno?—se han creído que el “campo” siempre ha sido un lugar más sano, puro y digno y que debemos imitar y convertir lo citadino, según ellos, en una réplica del concepto del impoluto “campo” en el cual todo lo bueno tiene su asiento. A la menor oportunidad envían a Guanahacabibes al primer transgresor de su moral “nueva” –Juan Iduate, funcionario del INRA inauguró el primero de los malditos campos de reeducación en los albores de 1959, donde siguiendo la costumbre de la época su condena fue publicada en la Gaceta Oficial.

Luego ya avanzado el proceso degenerativo del gobierno en oleadas masivas enviaba a los estudiantes –sus nuevos esclavos– al campo, con una u otra excusa, a transformarlos en los “nuevos” hombres.
Pero bueno la memoria sufre de amnesia al volver a ver a nuestra antigua “novia”. Sólo recordamos bosquejos de lo que fue –y hoy no es—La Habana. Cruzamos frente a nuestro “añorado” cine Gris por la calle E, antes conocida como Baños, sin recordar o traer a colación el porqué de su doble nombre “Baños” = Calle E, ni recordar los Baños de Carneado en el litoral del futuro Malecón, ni los del Progreso en el mismo litoral, esta vez en la propia calle Baños, donde unas adecuadas guagüitas hacían su espera en el parque triangular en la calle Línea para trasladar a los bañistas hacia las posetas cinceladas en las rocas.

Visitamos en nuestros recuerdos ocultos por el tiempo al Cine Gris sin recordar que en esos predios existió la Piquera Gris de autos de alquiler que se comunicaban con su central radial para ofrecer rápido y eficiente servicio a sus clientes. Y la memoria nos traiciona cuando atribuimos la ausencia casi total de cinematógrafos a tener en buen servicio los aires acondicionados. Olvidamos que a fines de la década del 40 y también del 50 sólo tenían ese confort el Cine Encanto en la calle Neptuno y Consulado, el Riviera en la calle 23 del Vedado, el América en Galiano. Los demás –más de 200- sólo podían disfrutar del fresco que le enviaban los ventiladores, unos de gran tamaño y otros más pequeños.

Seguimos en nuestro viaje al pasado por la Antigua Manzana de Gómez, rebautizada como Hotel Manzana Kempinski lo que nos hace recordar lo ocurrido con las calles de La Habana rebautizadas como Calzada de la Reina, o simplemente Reina, hoy oficialmente Avenida Simón Bolívar; Calzada de Belascoaín, inaugurada en 1878, comenzó como Calle del Cocal y también se conoció como Calle de la Beneficencia por el lugar donde se recogía a los niños sin parientes, hoy se nombra oficialmente Padre Varela. Por eso le deseamos suerte al Hotel Manzana Kempinski…

No dejamos de asombrarnos que algún antiguo exiliado—como alguien que salió de Cuba en 1960– se atreva a afirmar que “aunque hay de todo prácticamente en Cuba, como pude ver en la esquina de 19 y B, un mercado agropecuario excelente,…”

Sí, pero se le olvida mencionar que La Habana no es toda Cuba y hay que pagar con: ¿cuál de las monedas, pesos Cubanos o CUC?

“Los taxistas son los más instruidos de cualquier nación, ingenieros, contadores públicos, profesores, médicos”,… (no olvidarnos de lo dicho por Fidel Castro sobre las prostitutas, rameras o simplemente PUTAS conocidas hoy como jineteras) “personas cultas que tienen que aprender a ejercer un servicio que no les agrada…”.

Y le decimos hasta luego a nuestra querida y vieja novia, La Habana, que calladamente espera le llegue su turno de volver a ser una elegante señora de todos los cubanos, los exiliados y los que no lo han sido nunca.” Robert A. Solera
Con gran cariño y simpatía desde La Ciudad Luz,

Félix José Hernández.