Cayó un rayo en el campanario de Jesús del Monte; por negligencia autoridades

Opinión/ El sitio histórico sobrevivió desde 1698 a todos los huracanes y a un cañoneo, pero lo está matando la incuria oficial del Arzobispado y del Estado.

 

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Cubamatinal / Ruinoso desde el tornado del 28 de enero del 2019, empeora su deterioro durante esta temporada de lluvias, pero no le apuntalan los arcos rajados y ni siquiera repusieron el pararrayos caído desde hace 6 meses del desastre.

Por Jaime Leygonier

La Habana, de agosto, 2109./ Durante una turbonada cayó un rayo en la torre del campanario de la parroquia de El Buen Pastor de Jesús del Monte, en Marqués de la Torre entre Mangos y Rodríguez, Luyanó, La Habana, el jueves 30 de julio, cerca de las 6:30 de la tarde,. Según informan vecinos y el párroco.

En la misa del viernes 1º. de agosto, el párroco, fray Gabriel Ávila, informó a los fieles que el día anterior un rayo dañó la torre y lo había notificado al ingeniero que dirige la reparación del vecindario.

“Más no puedo hacer- dijo el fraile de la orden de la Merced. – No hay recursos. Oren por
nosotros; porque en la loma y sin pararrayos estamos en peligro”.

María, vecina, ama de casa, pregunta: “¿Cuántos “recursos” hacen falta para parar un pararrayos caído? ¿Tan imposible fue al Gobierno y al Arzobispo de La Habana, ¡en seis
meses!, mandar un camión con grúa, como esos que cambian los bombillos y cables del alumbrado público, para impedir más daños y este peligro para los curas y vecinos?”

Y según informa una fuente del Arzobispado de La Habana, a condición de permanecer en el anonimato: “No hay que ser ingeniero para saber que un edificio centenario con arcos rajados y sin parte del tejado, necesita apuntalamiento inmediato y, más, antes de la temporada de lluvias; pero cuando hace meses el párroco Fray Gabriel, se lo pidió al Arzobispo Juan de la Caridad Rodríguez, el arquitecto del Arzobispado le respondió: “No sea exagerado”.

La parroquia fue declarada Monumento Nacional a fines de la década de 1940, por el Historiador de la ciudad Emilio Roig de Leushering, a raíz del hallazgo de la anotación en el “Libro de entierros” de la Parroquia, de la inhumación de ocho de los vegueros ejecutados allí en 1724.

Además de este episodio de “la Rebelión de los Vegueros”, fue fundada en 1698, por lo cual es la primera parroquia extramuros de La Habana, y durante “La Toma de La Habana por los ingleses”, 1762, sirvió de base de operaciones a los milicianos criollos de Pepe Antonio y las tropas del coronel Caro.

Quienes desde allí atacaron por sorpresa al campamento inglés en el Rio Almendares y tras varias escaramuzas, también combatieron en la cercana Loma de Luz el avance inglés para cortar la Calzada y así impedir los suministros a la Ciudad.

Ruinoso el templo en los años de 1970, siendo párroco Carlos M. de Céspedes, la reparó la
Oficina del Historiador de la Ciudad, dirigida por su actual jefe, Eusebio Leal Spengler; y desde entonces quedó con filtraciones en el tejado nuevo.

A raíz de esa reparación cerraron el jardín lateral con un muro donde colocaron el escudo nacional y una placa de bronce en que se leía: “Monumento Nacional”, según testimonian vecinos y quien escribe.

Pero a posteriores solicitudes por las filtraciones, en gestión del párroco Luis Alberto Formoso, ante la Oficina del Historiador, le respondieron que no constaba en documento que esa iglesia fuera “Patrimonio Nacional”. Ya entonces habían robado una noche la placa de bronce que la declaraba monumento.

El tornado dañó arcos y levantó la parte nueva del techo, mientras el techo original de 1871 resistió.

María opina: “es un lugar histórico, creo que el Gobierno debe repararlo”.

Alberto, cristiano de una denominación no católica, opina lo contrario: “Hay mucha gente a la que se le está cayendo la casa y no se la reparan, de reparar el Estado los templos, tendría que dedicarles recursos que negaría a esos necesitados y como se supone que las reparaciones y obras públicas las hace con los recursos que obtiene de los impuestos, ¿por qué los que no somos católicos debemos pagar por la reparación de un templo católico?”

No hacer nada durante 6 meses recuerda que un rayo cayó en la torre durante el huracán de 1848 y desde entonces hasta la construcción de la nueva iglesia en 1871, el templo estuvo en ruinas y el cura celebraba los oficios en su casa frontera.

También recuerda el precedente de la iglesia del pueblo habanero de Calabazar, que permanece ruinosa desde que hace años su techo se derrumbó; incluso un conjunto musical filmó un video clip para la T.V., usando su presbiterio como decadente escenario.

Los vecinos de los solares colindantes a Jesús del Monte, llevan 6 meses reconstruyendo sus viviendas. Viven entre materiales y escombros. Sus niños, con pedazos de tablas viejas, juegan a diario a construir una casa en el portal de la escuela de “los Hermanos de Lasalle”.

Queda por ver si después de resistir cuanto huracán azotó La Habana desde 1698, el ataque, cañoneo e incendio de casas cercanas en 1762, los huracanes de 1847 y 1848 y ahora el tornado del 28 de enero y las lluvias y temporada ciclónica actuales…

El sitio histórico sobrevive al “Ciclón de 1959”, que sigue soplando con sus destructivas ráfagas de incuria.

 

Artículos del autor

2) Portal de Diez de Octubre 818, año 2013 - Foto J. Leygonier.

Jaime Leygonier

Periodista independiente, con una amplia producción en diferentes medios de la prensa independiente y el exilio. Escritor, ex profesor (expulsado por sus acciones políticas), fue condenado a tres años de privación de libertad en 1990 por el supuesto delito de “propaganda enemiga”, con anterioridad expulsado de la carrera de Historia en la Universidad de La Habana por no renegar del catolicismo.

Reside en Cuba y se mantiene activo en la prensa independiente, incluido el periodismo de investigación.

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