Itinerarios XXV en la Fundación Botín de Santander

Cartas a Ofelia / Crónicas hispanas

botin25

 

Cubamatinal / Santander, 14 de enero de 2019.

Querida Ofelia:

En 1993 la Fundación Botín inicia su programa de Artes Plásticas, nacido para apoyar y ayudar a los jóvenes artistas a crear y dar a conocer sus más ambiciosos proyectos, aquellos en los que se fusionan la investigación y la producción, al mismo tiempo que se les da la oportunidad de completar y profundizar en su formación. Un año después, y como lógica consecuencia de ese apoyo, la Fundación promovió el nacimiento de Itinerarios, un ciclo expositivo que cumple ya un cuarto de siglo y cuyo objetivo es dar a conocer los trabajos creados por los artistas durante el periodo de su beca.

Año tras año, esta exposición es una plataforma única para que los jóvenes creadores presenten su obra al mundo en un contexto institucional, así como un espléndido escaparate en el que el público tiene la oportunidad de conocer y tomar contacto con lo más novedoso de la creación contemporánea. Unos trabajos, realizados en disciplinas y localizaciones muy variadas, que quedan además recogidos en un catálogo editado por la Fundación Botín.

«En 2019 la Fundación Botín habrá expuesto ya la obra de 200 jóvenes artistas, procedentes principalmente de la Península Ibérica y América Latina, pero también del Medio y Lejano Oriente y de Norteamérica. La mayoría de ellos están presentes en la colección de la Fundación Botín gracias a la generosa donación de obras expuestas en Itinerarios o a adquisiciones posteriores llevadas a cabo por esta institución para reforzar sus fondos», explica el comisario de la exposición y director artístico del Centro Botín, Benjamin Weil.

Esta importante cita expositiva reúne la obra de los artistas que fueron seleccionados en la XXV Convocatoria de Becas de Artes Plásticas de la Fundación Botín, una selección que fue realizada entre un total de 531 solicitudes de 35 países por un jurado multidisciplinar compuesto por Ferran Barenblit, Suzanne Cotter, Sandra Gamarra y Juan Ugalde.

Como viene siendo habitual, los creadores- que en esta ocasión proceden de España, Cuba e Irán- aprovechan la oportunidad para desplegar nuevos proyectos e impulsar otros ya en marcha, estimulando así nuestra reflexión y ofreciendo, año tras año, la más completa visión de las tendencias artísticas más recientes.

Para Benjamin Weil, cada nueva edición de Itinerarios “permite descubrir sinergias en cuanto a las preocupaciones, pero también a los principios operativos de los artistas reunidos. Compartir el espacio de la muestra fomenta un diálogo entre los distintos proyectos, poniendo de relieve la proximidad de algunas preocupaciones comunes y construyendo así una buena perspectiva de las tendencias más recientes de la creación contemporánea”.

Esta XXV edición de Itinerarios, que permanecerá abierta al público del 15 de febrero al 12 de mayo de 2019 en la Sala 1 del Centro Botín, ofrecerá una instantánea del estado actual de la práctica artística y una visión de la obra de un gran número de talentos prometedores.

Itinerarios XXV – Algunos de los Artistas :

 NORA AURREKOETXEA (Bilbao, 1989)

Se graduó en Bellas Artes por la UPV-EHU y en los últimos ocho años ha desarrollado diferentes trabajos artísticos y recibido, entre otras, la Beca de Artes Visuales de la Diputación Foral de Bizkaia y la Beca Espacio de BilbaoArte, que se materializó en la exposición Katalepsis en 2016. Además, es miembro fundador de la fábrica de creación OKELA, en Bilbao; un espacio dedicado al arte contemporáneo y dirigido por artistas, proponiendo un diálogo formal y discursivo entre creadores de diferentes generaciones y recorridos.

Vive y trabaja a caballo entre Bilbao y Londres donde, gracias a la beca de la Fundación Botín, se ha trasladado para cursar el programa de posgrado en esculturas de la Royal College of Art. Según ella misma destaca, esta oportunidad le ha permitido trabajar individualmente y desarrollar su trabajo en un contexto propicio.

Actualmente desarrolla su práctica de estudio iniciando un nuevo proyecto sobre el lugar que adquieren el tacto, los cuidados, los afectos y las emociones en las relaciones contemporáneas, dependiendo del contexto cultural y político en el que se den.

Consciente de la importancia que tenían las cuestiones biográficas relacionadas con el contexto sociopolítico en su práctica, quiso cambiar de escenario y contexto para comprobar cómo sucede ese proceso de significación en otra cultura; comprobar si tiene sentido para otras personas y descubrir si los códigos son compartidos o no. Una nueva “crisis” que le ha permitido crecer, cuestionar y revisar su trabajo desde una perspectiva crítica.

Según apunta la propia artista, “participar en el Programa de Posgrado del Royal College está significando el comienzo de una nueva etapa en mi carrera. Por otra parte, empezar a trabajar como individuo, desvinculada de mi contexto, me ofrece la invaluable oportunidad de ampliar mis perspectivas y desarrollar nuevos aspectos de mi trabajo, siendo crítica con mis proyectos anteriores y abriendo nuevos caminos para la práctica y la investigación, lo que me ha permitido volver a vincularme con mis estudios de sexología y trabajarlo desde el arte. Estoy buscando explorar otros lenguajes formales nunca antes usados, como el texto, la acción y el sonido. Me resulta muy emocionante salir de mi zona de confort y correr el riesgo de explorar nuevos caminos«.

Para Benjamin Weil, «algunos de los artistas participantes en la edición de 2019 de Itinerarios han optado por la instalación, en ocasiones claramente site-specific. Éste es el caso de Nora Aurrekoetxea, que pone su composición escultórica en relación con el paisaje que se contempla a través del monumental ventanal del espacio expositivo«.

FERNANDO GARCÍA (Madrid, 1975)

Licenciado en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid, este artista madrileño que vive y trabaja en Barcelona ha sido residente en Jyväskylä Centre for Printmaking de Finlandia y Fonderie Darling de Montreal, en Canadá. También ha participado en numerosas exposiciones individuales y colectivas, y su obra se encuentra ya presente en colecciones como Fundación Montemadrid/La Casa Encendida de Madrid; Centro de Documentación de Ex Teresa Arte Actual (CDXT) en México DF; Centro de Documentación de Arte y Naturaleza de la Fundación Beulas de Huesca; Fundación Antonio Pérez en Cuenca; Jyväskylä Art Museum de Finlandia; Casa de Velázquez de Madrid o Colección Olor Visual en Barcelona.

Desde el mismo día en que recibió la noticia de la concesión de la beca de Artes Plásticas de la Fundación Botín, estando en Alaró (Mallorca), Fernando García comenzó -de manera inconsciente- con el proyecto que presentaría en Itinerarios XXV. Después de comer, tras echar el azúcar al café, se guardó la «bolita» que hizo con el sobre de azúcar vacío. Fue entonces cuando decidió comenzar a guardar todas las bolitas que hiciera. No tenía ningún fin determinado, pero creía intuir que en ese pequeño gesto podría encontrar algo que andaba buscando.

Pasaron los días y los cafés mientras fue acumulando infinidad de sobres de azúcar con sus diferentes colores, formas y materiales. Comenzó a tomarse en serio la obra de los azucarillos cuando ya no entraban más en el tarro de cristal donde los guardaba. Entonces empezó a pensar en ellos de una manera diferente. Buscaba su propia experiencia individualizada. No quería construir una escultura propiamente dicha para presentar o colocar los sobres redondeados por sus manos, estos debían valerse por sí mismos, sin ningún otro elemento con el que competir. 

Cuando consiguió entender la obra, fue cuando pudo desarrollar su modo de presentación. El proceso inconsciente de hacer una bolita con el sobre vacío del azúcar, había generado una obra consciente desarrollada en el taller a través de la formación de círculos concéntricos de azucarillos que dota al gesto íntimo, la realización de la bolita, de una mayor magnitud equiparandolo al tiempo empleado en la realización de la obra, entre nueve meses y un año. La idea es que la diferencia de escala entre un sobre de azúcar y su conjunto sea evidente en relación con la escala de su consumo humano.

Una obra que, como todas las suyas, crea emplazamientos intelectivos nacidos de la continencia, serenos, sin por ello dejar de traslucir un cierto aroma sardónico. El artista presenta su obra sin subterfugios y siempre buscando lograr el gozo en la mirada del espectador. Como aclara Benjamin Weil, «el núcleo de su investigación formal consiste en una meditación sobre un tema tan tradicional como el bodegón».

«Entiendo que el mejor arte proviene del desarrollo natural de los hechos contenidos en la vida. Buena parte de mi obra sucede entre el trabajo y el ocio, debido principalmente al uso de la improvisación y la experimentación, y a la importancia que le doy a las mismas en mi obra. Me interesa la vida cotidiana y las rutinas que ésta genera; pero también experimentar las cosas mediante los sentidos (la vista, el oído, el tacto, el gusto, el olfato) o mediante la emoción o el deseo», explica el propio artista.

CRISTINA GARRIDO (Madrid, 1986)

Tras cursar estudios de Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid y Camberwell College of Art, Cristina Garrido obtuvo una maestría en Bellas Artes en el Wimbledon College of Art. Ha sido galardonada con el premio Generación 2015 Proyectos de Arte Fundación Montemadrid y el Premio ARCO 2018 para jóvenes.

La presencia de Garrido en Itinerarios XXV se centra en su investigación sobre cómo se fotografía el arte y, por ende, en cómo la subjetividad y la creatividad del fotógrafo de arte crea un contexto específico para la comprensión de la obra, reflexionando al hacerlo sobre la exposición como un caso de mediación en la obra de arte, con la fotografía constituyendo otro.

The (invisible) Art of Documenting Art, 2019, pone el foco de atención en la figura del fotógrafo documentalista de exposiciones y de arte contemporáneo como filtro subjetivo y fundamental entre la obra y el espectador, mientras usa la entrevista para visibilizar a estos profesionales y profundizar en cómo realizan su trabajo, todo lo cual ha plasmado en una video-instalación y una publicación.

La obra de Cristina Garrido muestra cómo la sociedad nos obliga a ser constantes productores de ruinas que no tenemos tiempo de asimilar, frente a la creciente proliferación de objetos y espacios sin memoria. Garrido se siente cercana a la idea del artista como figura análoga al basurero, el arqueólogo o el comisario de imágenes y objetos encontrados. A menudo utiliza la apropiación y el reciclaje como estrategias creativas. Cada idea se formaliza de una manera distinta, en función del medio y los materiales que encuentra más adecuados para transmitirla.

FERMÍN JIMÉNEZ LANDA (Pamplona, 1979)

Estudió en la facultad de Bellas Artes de Valencia y mediante intervenciones públicas, vídeo, instalaciones o dibujos, Fermín Jiménez busca en su obra desarrollos de semejanza o correspondencia, transposición y permuta, para mostrar la existencia desde una perspectiva que está a medio camino entre lo irracional y lo equilibrado, entre lo íntimo y lo heterodoxo, entre lo demostrable y lo indemostrable. De hecho, como el propio artista reconoce, «hay mucho de absurdo en mi trabajo, soy muy tradicional en ese sentido».

Para crear Canción para 22º 33′ N 91º 22′ O, Jiménez Landa dirigió su mirada al islote de Bermeja, documentado por los cartógrafos desde el siglo XVI frente a la costa de Yucatán, en México. El interés por la pequeña isla se disparó en 2008, alimentado por la constatación de que, si de verdad existiera, sería determinante para establecer los lindes de los derechos de explotación petrolera de la zona. Sin embargo, una investigación realizada en aquel momento por las autoridades locales fue incapaz de localizarla

Intrigado por su estatus fantasmal, el artista encargó a Teresa N. Pavia, compositora de música contemporánea natural de Mérida, la ciudad más cercana a la isla Bermeja y capital de la península de Yucatán, un himno de la isla. Juntos organizaron una banda de música que debía interpretar el himno, que a su vez debería ajustarse a los instrumentos y al número de músicos de la banda. Para llevar a cabo su trabajo tenía dos opciones: o bien un barco para turistas, cómodo y moderno, o un barco de pescadores, viejo y desharrapado. La elección de lo segundo fue una decisión poética que cambiaría el resultado para bien, aportando cierto tono épico que se vio acrecentado cuando el capitán prohibió poner en alta mar a la banda con una barquita a causa de la mala mar, por lo que se decidió rodar en la popa del barco. El resultado es un video en el que el barco y sus músicos están inmóviles respecto al punto de vista de la cámara, pero la línea del horizonte se mueve vivamente.

Esta acción se refleja en un vídeo y una publicación, siendo este último un ensayo visual con material de la investigación, como documentos, mapas e imágenes del proceso.

ROSELL MESEGUER (Orihuela 1976)

Artista visual y Doctora en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid, donde actualmente es docente en Máster y Grado, desde 2005 ha desarrollado su carrera profesional entre Europa y América Latina a través de alianzas con museos, galerías de arte y talleres en diversas universidades de las Américas, y es miembro del Grupo de Investigación Interfaces Culturales de Cuenca.

El trabajo de Rosell Meseguer se desarrolla en distintos medios como la fotografía, la instalación, el archivo, las publicaciones, los dibujos, la pintura y el vídeo, y está vinculado a la investigación de los procesos históricos y sus consecuencias sociopolíticas y económicas. Analiza la construcción de la historia y la creación de metodologías de documentación que se han desarrollado desde el año 2001.

Meseguer apunta en su investigación para esta exposición a la implicación geopolítica de la explotación de tierras raras que son componentes esenciales de productos de consumo tan masivo como los smartphones. Como es habitual en su trabajo, ofrece «pistas» de forma totalmente deliberada, invitando además al espectador a reflexionar sobre la creación a través de la exposición de un contexto específico para la comprensión de objetos; incluyendo, por ejemplo, una vitrina prestada por el Museo Geominero de España.

Partiendo de la guerra y el afecto, profundamente vinculados a la colonización mineral, la artista busca en esta obra expandir la lectura geopolítica del tema y las problemáticas derivadas de la misma en la actualidad.

CELIA-YUNIOR (La Habana, Cuba, 1985) & HENRY ERIC HERNÁNDEZ (Camagüey, Cuba, 1971)

Explorando un tema de ramificaciones sociohistóricas, Celia-Yunior y Henry Eric Hernández han investigado en Bendita Prisión la historia de un edificio en Güines (Cuba), que en otro tiempo fue prisión, luego mercado y, recientemente, refugio para personas que han perdido sus hogares a consecuencia de un huracán. Su estatus de monumento histórico en mal estado y su valor como testimonio del pasado colonial de la isla, forman parte de la investigación llevada a cabo por este dúo artístico.

La obra que presentan en Itinerarios XXV es una nueva colaboración dentro de la prolífica producción artística que mantienen desde hace años estos dos artistas cubanos. El audiovisual, la instalación de video y otras formas de documentación, les ayuda a utilizar el arte no sólo como lenguaje sino también como método de observación subjetivo. Con el asesoramiento del historiador y arqueólogo Hugo Camejo Zamora, la instalación la componen una serie de peanas donde se muestran documentos y objetos, además de 3 vídeos (Bendita prisión 1, 2 y 3) de 7, 3 y 8 minutos, respectivamente.

Para los artistas hay un problema de velocidad entre las necesidades de cualquier ser humano y las estructuras que están establecidas para administrarlas. Es por eso que se interesan por las formas de administración de la vida en la sociedad y cómo el individuo reformula esos dispositivos para ponerlos a su favor.

Un gran abrazo desde la querida y culta Santander,

Félix José Hernández.

 

La II Semana Internacional de Cine de Santander

Cartas a Ofelia / Crónicas hispanas

santaseis

Cubamatinal / Santander, 15 de junio de 2018.

Querida Ofelia:

La II Semana Internacional de Cine de Santander se celebrará del 16 al 23 de junio en el Centro Botín y la Filmoteca de Cantabria y recibirá a algunos de los nombres más destacados del séptimo arte. Entre las personalidades asistentes están confirmados dos de los cineastas mexicanos más prestigiosos: el director, escritor y guionista nominado a un Oscar, Guillermo Arriaga; y el también director, guionista, y productor Michel Franco, un creador habitual en los festivales internacionales más importantes.

Michel Franco es el realizador mexicano más premiado en el Festival de Cannes, donde en 2017 su última película, Las hijas de Abril, ganó el Premio Especial del Jurado de la sección ‘Un Certain Regard’. Además obtuvo el Premio al Mejor Guion por Chronic en 2015 y su segundo largometraje, Después de Lucía, recibió el Premio a Mejor Película en ‘Un Certain Regard’ en 2012. Su opera prima, Daniel y Ana, ya fue seleccionada para la Quincena de Realizadores del certamen francés y se distribuyó internacionalmente.
Estos cuatro largometrajes serán parte de la retrospectiva que le dedicará la SICS, completada por la proyección de A los ojos (2014) y su cortometraje Entre dos (2003; Gran Premio del Festival de Huesca y Mejor Cortometraje en el Festival de Dresde). Michel presentará todas sus películas y ofrecerá un encuentro con el público y una clase magistral para todos los interesados.

En su faceta como productor cabe destacar: 600 Millas (2015), dirigida por Gabriel Ripstein, protagonizada por Tim Roth y ganadora del premio a Mejor Opera Prima en el Festival de Berlín y en los Ariel de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas; y Desde allá (2015) del venezolano Lorenzo Vigas y ganadora del León de Oro en el Festival de Cine de Venecia, entre otros nueve galardones.
La SICS también homenajeará al director, escritor y productor Guillermo Arriaga.

Arriaga se inició como novelista con “Escuadrón Guillotina” y destacó por su colaboración como guionista con Alejandro González Iñárritu para el que escribió tres de sus primeras películas: Amores Perros (2000), por la que obtuvo una nominación al Oscar, además de muchos otros galardones internacionales, 21 gramos y Babel, que consolidaron la carrera como cineasta de González Iñárritu.

En 2005 colabora con Tommy Lee Jones en su debut como director, en la escritura del largometraje Los tres entierros de Melquiades Estrada, por el que recibe el premio al Mejor Guion en el Festival de Cannes.
Ya en 2008 dirigió su primera película: The Burning Plain (Lejos de la tierra quemada), con Charlize Theron, Jennifer Lawrence y Kim Basinger como protagonistas.

En 2016 Arriaga vuelve a la novela con la publicación de “El salvaje” con la que obtiene el Premio Mazatlán de Literatura en 2017.

La SICS proyectará su película Lejos de la tierra quemada con un coloquio posterior y Guillermo Arriaga nos ofrecerá un encuentro con el público así como una clase magistral.

La Semana Internacional de Cine de Santander está organizada por el Centro Botín, Morena Films y la Filmoteca de Cantabria, en colaboración con el Festival Internacional de Cine de Guadalajara (México).

Un gran abrazo desde nuestra querida y culta España,

Félix José Hernández.